No le digas a mi madre que estoy haciendo fotos: Almendral (Badajoz)

Almendral es un municipio de la provincia de Badajoz, en el límite oriental de la comarca de Llanos de Olivenza, a la que pertenece, al igual que al Partido judicial de Olivenza. La población en 2016 era de 1.282 habitantes según el INE.

Nos sorprende esta población, que cuenta con un elevado número de edificaciones religiosas. La Parroquia de la Magdalena es de construcción gótica-tardía y se compone de tres naves separadas por pilares cilíndricos sobre los que descansan arcos apuntados cubiertos con bóveda de cañón. Destacan en ella sus retablos barrocos y la Capilla de San Mauro, patrón de la localidad, donde se piensa que reposan sus restos; la Parroquia de San Pedro se halla muy cerca de la anterior y en ella dominan los elementos góticos y renacentistas. Es de una sola nave y destacan en su interior las bóvedas de crucería y los retablos barrocos. La Ermita de Finibus Terrae, perteneciente al Convento de las Agustinas y datable en los siglos XII a XIII, es obra de origen mudéjar y probablemente el templo abierto al culto más antiguo de la comarca. Destacan en ella la portada ojival de acceso y antiguos elementos visigodos reutilizados. Otros edificios resaltables son la Ermita del Cristo, del año 1570, y, a varios kilómetros de la población, el Convento de Rocamador, de la orden franciscana, construido en el siglo XVI y acondicionado como Hotel Rural (actualmente cerrado).

Otro monumento singular de Almendral, es el Castillo de los Arcos (ubicado entre Almendral y Valverde de Leganés) del cual ya hemos tratado en este blog en una entrada de fecha 22-5-2019 (ver aquí)

Seguidamente podéis ver unas fotos tomadas durante mi visita a esta localidad el pasado día 23-9

Almendral, vista desde la carretera N-435

Ermita de Nuestra Señora de Finibus Terrae: Iglesia de notable interés que se alza en un extremo del caserío, bordeando el casco urbano en su zona norte. La ermita ha sufrido diversas transformaciones a lo largo de los siglos, que han hecho desfigurar su primitiva estructura, que aunque aún existe, está oculta por las reformas. Se trata de una obra de origen mudéjar del siglo XIII perteneciente a la orden de los agustinos de Finibusterre hasta 1779, año que supuso el traslado definitivo de esta comunidad al convento de Santa Catalina de Badajoz (las dependencias conventuales actualmente están en ruinas). Posee dos portadas de acceso situadas en el costado del evangelio, la más interesante, de estilo de transición románico-gótica, tiene dos arquivoltas ojivales y materiales visigóticos reaprovechados de una construcción cercana. Detrás de su cabecera, en el exterior del edificio, se esconden las ruinas de un ábside primitivo, y en él se conservan todavía algunas pinturas al fresco en las hornacinas del retablo. Su interior se compone de tres naves separadas por pilares octogonales y arcos apuntados, con una bóveda de cañón que en siglos anteriores era de madera. Una de las piezas más importantes del templo es la propia Virgen de Finibus Terrae, obra en madera datada probablemente en el siglo XIV y mutilada posteriormente para vestirla sobre los siglos XVII o XVIII. Además la iglesia tiene la particularidad de que en su interior posee un pozo al que se accede a través de una pequeña y sencilla puerta, y en la que antiguamente se tenía la creencia de que la virgen de Finibus se había aparecido entre sus muros.