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domingo, 28 de enero de 2024

El Tesoro de Bodonal, pieza del mes de Enero 2024 en el Museo Arqueológico Nacional - Madrid

Sobre el Tesoro de Bodonal ya hemos tratado en varias publicaciones del blog, destacando de ellas las entradas de Marzo 2023 al conmemorarse el 80 aniversario de su descubrimiento:


Tesoro de Bodonal

Vuelvo a traer el tema del Tesoro de Bodonal al blog, ya que el Museo arqueológico Nacional de Madrid comienza el año 2024 seleccionándolo como pieza del mes dentro de la actividad titulada "Las Vidas de los Objetos. Reutilización, reapropiación y reciclaje" - "Tesoro de Bodonal de la Sierra. Reciclando oro"


Museo Arqueológico Nacional - Ciclo 2024
La vida de los objetos. Reutilización, reapropiación y reciclaje




Durante el mes de Enero, los Domingos, 7, 14, 21 y 28 a las 11:30 horas (previa recogida de entrada gratuita en taquilla desde una hora antes del inicio. Aforo: 20 plazas) se realiza una visita presencial al Museo dedicada exclusivamente a ver y explicar la pieza del mes.

Y Mañana día 29 una visita digital, a las 12 horas en directo en Instagram https://www.instagram.com/manarqueologico/     (al final de esta publicación 👇hemos insertado un enlace a Instagram para ver la visita virtual del 29-1).

Las Vidas de los Objetos. Reutilización, reapropiación y reciclaje"A menudo pensamos en las piezas del museo como testigos de una época o contexto cultural. Sin embargo, muchas piezas dan testimonio de una vida larga y compleja a lo largo de la cual son adaptadas, reaprovechadas y modificadas. Este ciclo dará a conocer algunas de las piezas que han recibido múltiples usos desde su creación, insertándose en diversos contextos históricos, sociales y culturales. Veremos así como la cultura material es algo vivo, que puede evolucionar y experimentar cambios de forma y uso más allá de su momento de creación conectando comunidades y culturas a través del tiempo"
Fuente: Museo Arqueológico Nacional


Sala 9, Vitrina 6

El Tesoro de Bodonal de la Sierra, localizado en dicha localidad extremeña, se compone de 19 piezas de oro macizo, 16 de las cuales se corresponden con fragmentos de torques y otras tres con brazaletes doblados o lingotes según las interpretaciones. El conjunto está datado en el Bronce Final, entre los siglos XII y X a.C. y, por sus características, es un hallazgo único en la península ibérica ya que los torques pertenecen a un tipo atlántico de origen irlandés nada común tan al sur de Europa. El hecho de que las piezas apareciesen fragmentadas y dentro de una vasija ha llevado a considerar que se trataría de un depósito de fundición, lo que quiere decir que las piezas habían perdido su valor original y habían pasado a ser consideradas materia prima para la fabricación de otras nuevas. Aunque desconocemos la fecha exacta de la ocultación, esta debió realizarse entre el Bronce Final y la Edad del Hierro. Durante casi tres milenios el conjunto áureo permaneció en el olvido hasta que tres trabajadores lo descubrieron en 1943. Por suerte, el tesoro fue intervenido por las autoridades y casi 30 años después de su hallazgo ingresó en el Museo Arqueológico Nacional.
Fuente: Museo Arqueológico Nacional


Visita digital día 29-1 emitida por Instagram
👇

domingo, 5 de marzo de 2023

El Tesoro de Bodonal, 80 años de su descubrimiento - III (y última) parte

Como continuación a lo publicado con esta misma fecha sobre el Tesoro de Bodonal (I parte: Historia de su descubrimiento, 23 años para su tasación, y otros tantos años en la caja fuerte del Banco de España en Badajoz.) (ver aquí). Y (II parte: Las piezas que lo componen, valoración cientifica y estudio del Tesoro (30 años después del hallazgo) por Martin Almagro Gorbea)  (ver aquí).

Abordamos la III y última parte de la historia de este Tesoro, en la que vamos a tratar sobre su préstamo al MAN (Museo Arqueológico Nacional) en 1970 y su ya no regreso a Extremadura.

III parte

El diario regional Hoy de Badajoz publicaba el 7 de junio de 1970 un editorial con el título “Tesoros que se van”, a propósito del traslado al Museo Arqueológico Nacional de Madrid (MAN) de los tesoros de Bodonal de la Sierra y Sagrajas. Su intencionalidad estaba clara y al final hacía un llamamiento para evitar que esta tierra tan familiarizada con la emigración de la mano de obra, no sufriera “otra triste forma de emigración” en clara referencia al hecho que se denunciaba y a otros hallazgos “instalados en cualquier museo distante”. 

Veamos lo sucedido con el Tesoro de Bodonal:

Martín Almagro Basch, director del MAN y comisario general de Excavaciones entre otros cargos, solicitó los tesoros de Sagrajas y Bodonal para una exposición que se iba a celebrar en el MAN con motivo de la inauguración de nuevas salas. La solicitud fué atendida por mediación de Álvarez Sáenz de Buruaga (Director del Museo Arqueologico Provincial de Badajoz) el 7 de enero de 1970. Álvarez Sáenz de Buruaga entregó a Almagro Basch en Madrid ambos tesoros para la exposición. Ninguno de los dos regresaría a Badajoz, tal y como en la ciudad se barruntaba.


Museo Arqueológico Provincial de Badajoz


El conflicto afloró y vemos cómo en él Almagro Basch (Director del MAN) y Cienfuegos Linares (Presidente de la Diputación de Badajoz) representan a las dos posturas antagónicas, con intereses profesionales, políticos y personales también incluidos, que dejaban a Álvarez Sáenz de Buruaga en el medio, dada su condición de funcionario de Bellas Artes y jerárquicamente por debajo de Almagro. A través de notas personales suyas conservadas en el Museo de Badajoz queda constancia de los disgustos y roces vividos por Álvarez con ambas partes y también cómo le hizo saber a Almagro que él quisiera que las piezas volvieran a Badajoz. En resumen, la escenificación a escala local y provincial de las tensiones generalizadas entre Madrid y las regiones, que a veces no estaban exentas de personalismos excesivos, dentro de las cuales la concepción del MAN como lugar idóneo para el reflejo de la riqueza histórico-arqueológica del país contrastaba con otras concepciones y aspiraciones no centralistas ni centralizadoras del patrimonio histórico-arqueológico español.

Cienfuegos contó que cuando visitó la exposición en Madrid le recordó a Almagro que había que devolver los tesoros de Sagrajas y Bodonal a Badajoz y que este le argumentó las malas condiciones del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz para su seguridad, de manera que hablaron de una nueva sede –Cienfuegos fue una de las personas que continuamente reivindicó un nuevo edificio para el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz– y de la promesa de Almagro de devolverlos cuando estuviera acabada su construcción (Cienfuegos Linares, 1996: 365). A tenor de este relato, y como en otras instancias ya se aseguraba, Almagro no tenía intención alguna de devolver ninguno de los dos tesoros y le sirviera la exposición de treta o no, el caso es que antes de que se cumplieran dos meses desde el hallazgo del Tesoro de Sagrajas ya estaban sus piezas en el MAN para quedarse, en compañía además del Tesoro de Bodonal de la Sierra. Por consiguiente, cuando pasados diecinueve años se inauguró el nuevo edificio del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, en su exposición no estaban los tesoros de Bodonal y Sagrajas.

De otra parte, la polémica saltó también a la prensa local y el mejor ejemplo de ello lo constituye el citado editorial del diario Hoy de 12 de mayo de 1970 con el título “Tesoros que se van”. En el mismo se reivindicaba no solo que las piezas se quedasen, sino que felicitaba a la Diputación Provincial por haber acordado la adquisición de Sagrajas y Berzocana, de igual manera que se demandaba la habilitación de espacios dignos para la exposición de la riqueza histórico-artística en clara referencia a la situación del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz y, como apuntábamos al inicio de este trabajo, que no hubiera una “emigración cultural”, como la había habido de la mano de obra.


Museo Arqueológico Nacional - Madrid


Pero al final, mediante O.M. de 10 de febrero de 1975, el Ministerio de Educación y Ciencia a propuesta de la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural dispuso que los tesoros de Bodonal y Sagrajas pasasen al MAN, firmándose el acta de entrega el 4 de marzo de ese año. Lo paradójico es que ambos tesoros ya llevaban cinco años en el MAN y, por tanto, solo se trataba de hacer conforme a derecho lo que ya era de hecho.
Fuente: Historias de Tesoros - Tesoros con Historia: Alonso Rodriguez Diaz/Ignacion Pavón Soldevila/David M.Duque Espino


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Por la importancia de este y otros hallazgos arqueológicos, como el Antropomorfo de Bodonal, (ver aquí), y la existencia en los alrededores de un Castro de origen Celta (El Castrejón), (ver aquí) y también dentro del término, un Sepulcro Megalitico (Valdediablos) (ver aquídebiera gestionarse por las Autoridades locales la creación de un Centro de interpretación sobre la arqueologia local que mostrara reproduciones de estos hallazgos e información sobre los mismos.

Sobre vestigios de la Prehistoria en Bodonal, ver la publicación del siguiente enlace:

El Tesoro de Bodonal, 80 años de su descubrimiento - II parte

Como continuación a lo publicado con esta misma fecha (I parte: Historia de su descubrimiento, 23 años para su tasación, y otros tantos años en la caja fuerte del Banco de España en Badajoz.)(ver aquí). Abordamos la II parte de la recopilación de información y/o documentación al conmemorarse el 80 aniversario de su descubrimiento, dejando para una posterior entrada la III y última parte sobre este asunto.

II Parte

Las piezas que lo componen, valoración cientifica y estudio del Tesoro (30 años después del hallazgo) por Martin Almagro Gorbea.

El Tesoro de Bodonal es un conjunto de piezas de oro que data del Bronce final (sobre siglo XII a.c.) y que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional, ubicado en Madrid en la calle Serrano nº 13.
 
Las piezas del Tesoro de Bodonal, están situadas dentro del Museo en la siguiente ubicación: 

Exposición permanente, sala 9, Unidad expositiva 2.2.6.1.  "Tiempo de contactos"

piezas inventariadas con los números desde el 1970/3/1 al 1970/3/19


Las piezas que componen el Tesoro datan del Bronce Final (siglos XIII-XII a.C.) aparecieron en un vaso cerámico, y en su interior se hallaron 19 piezas de oro con un peso total de 1.556 gramos. De las 19 piezas, 3 corresponden a otros tantos brazaletes y 16 son fragmentos de al menos 6 torques o collares. Todas las piezas presentaban evidentes señales de estar deformadas y reducidas de volumen para ser introducidas en un pequeño recipiente. Este apareció debajo de la tierra, colocado sobre la superficie de pizarra que constituía el suelo natural en el lugar del emplazamiento.

Se trata, en cualquier caso, de un buen ejemplo de depósito de piezas para reaprovechar la materia prima, pues no parece un conjunto de objetos deformados o rotos para un depósito ritual. Por otra parte, las piezas de Bodonal tienen un especial interés tipológico por tratarse de una clase de torques muy poco habitual en la Edad de Bronce de la Península Ibérica, tanto que de momento solo se conoce otro caso de torques tipo Tara Yeovil, que a veces se ha denominado tipo Tara-Bodonal, en concreto el extremo cónico y macizo con decoración incisa de Castrojeriz, en Burgos, de poco más de 10 cm de tamaño y algo más de 190 g de peso (Delibes de Castro et al., 1995). En el aspecto tipológico resultan, pues, excepcionales en la Península Ibérica las piezas de Bodonal y Castrojeriz.
Fuente: Historias de Tesoros - Tesoros con Historia: Alonso Rodriguez Diaz/Ignacion Pavón Soldevila/David M.Duque Espino

Fotografías de las piezas que componen el Tesoro (fuente: Museo Arqueológico)

1970/3/Brazalete - Peso = 158,20 gr

1970/3/2 Brazalete - Peso = 122,50 gr

1970/3/3 Brazalete - Peso = 119 gr

1970/3/Torque - Peso = 84,65 gr

1970/3/5 Torque - Peso = 84,45 gr

1970/3/Alambre - Peso = 70,80 gr

1970/3/7 Torque - Peso = 113 gr

1970/3/Torque Peso = 66,45 gr

1970/3/9 Torque - Peso = 71,70 gr

1970/3/10 Torque - Peso = 72,80 gr

1970/3/11 Torque - Peso = 72,40 gr

1970/3/12 Torque - Peso = 69,80 gr

1970/3/13 Torque - Peso = 73,15 gr

1970/3/14 Torque - Peso = 75,50 gr

1970/3/15 Torque - Peso = 73,05 gr

1970/3/16 Torque - Peso = 71,60 gr

1970/3/17 Alambre - Peso = 49,20 gr

1970/3/18 Alambre - Peso = 48 gr

1970/3/19 Alambre - Peso = 62,60 gr


El tesoro de Bodonal fue objeto de estudio por parte de uno de los arqueólogos más prestigiosos a nivel nacional, D. Martin Almagro Gorbea, que publico en 1973 en la Revista de la Univeridad Complutense de Madrid pp. 21 ss. un articulo titulado "El Tesoro de Bodonal de la Sierra (Badajoz)", y en 1977 en la Biblioteca Prehistorica Hispana Vol XIV otro articulo titulado: "El Bronce final y el periodo Orientalizable en Extremadura" que incluye en las páginas 43 a 50 un amplio estudio sobre los torques de oro de extremos expandidos : "El tesoro de Bodonal de la Sierra" del que extraemos algunos comentarios:

"El tesoro de Bodonal constituye uno de los más interesantes hallazgos de orfebreria prehistórica que han proporcionado las tierras del SW. de la Peninsula Ibérica..."

"Los objetos aparecieron en un vaso cuya forma no fue posible rconstruir pues solo se conservaron seis pequeños fragmentos.... Todas las piezas preswentaban evidentes señales de estar deformadas y reducidas de volumen para ser introducidas en un pequeño recipiente..."

"...El tipo de torques hallado en Bodonal caracterizado por una barra, o mejor, grueso alambre, acabado en unos extremos ensanchados y vueltos, es de indudable origen irlandés.... Los ejemplares de Bodonal ofrecen sin embargo dos particularidades notables: la primera es un alambre circular liso y no retorcido, que es elemento característico en casi todos los ejemplares, y en segundo lugar sus extremos, si bien cónicos como lo son en la mayoría de los casos, sin embargo están en dos casos decorados con motivos incisos, detalle éste muy poco frecuente en los ejemplares irlandeses..."

"El analisis espectográfico de estas piezas aún no ha sido definitivamente publicado. Por las noticias preliminares sabemos que corresponde al material aureo M caractrizado por una alta proporción de cobre de 1% y una proporción de estaño de más de 0,1%, siendo frecuentes en la fase Bishopsland de Irlada, lo que confirma las observaciones anteriores..."

"...Su cronología hay que situarla mas a fines del segundo milenio que a inicios del primero a.C. Ante estos hechos es evidente que debemos encuadrarlos en la corriente atlántica que en esta época se manifiesta en Extremadura..."

"Los brazaletes de sección octogonal que aparecieron con estos torques son elementos sencillos y por ello dificiles de paralelizar. Cabe incluso la posibilidad de que se trate de materia prima en forma de lingotes más que de auténticos brazaletes. Alguna pieza semejante se conoce en el mundo atlántico..."
 

El Tesoro de Bodonal, 80 años de su descubrimiento - I parte

El Tesoro de Bodonal lo descubrieron tal día como hoy de hace 80 años, es decir el 5 de Marzo de 1943, tres vecinos de la localidad: Julio y Leandro Quintanilla Guerra, y Manuel Quintanilla Martín, cuando empezaron a extraer tierra de un pequeño montículo con la intención de cerrar una zanja abierta dentro de la finca Los LLanos a unos 2 Kms. al Norte de Bodonal de la Sierra.


Tesoro de Bodonal


Sobre el Tesoro de Bodonal ya hemos publicado varias entradas en el blog, si bien todas ellas referentes a las piezas encontradas, y al resumen del estudio de las mismas realizado en 1973 por el prestigioso arqueológo Martin Almagro Gorbea. Ahora incorporamos nuevos datos nunca antes publicados en este blog.

Para conmemorar este 80 aniversario vamos a divulgar toda la información y/o documentación que a lo largo de estos años hemos conseguido, y dado su extensión la vamos a publicar en III partes.

I Parte: Historia de su descubrimiento, 23 años para su tasación, y otros tantos años en la caja fuerte del Banco de España en Badajoz.

II Parte: Las piezas que lo componen, valoración cientifica y estudio del Tesoro (30 años después del hallazgo) por Martin Almagro Gorbea.

III Parte: En 1970 prestado al MAN, se lo llevan a Madrid (para ya no volver a Extremadura).

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I Parte: Historia de su descubrimiento, 23 años para su tasación, y 30 años para su valoración cientifica, y otros tantos en la caja fuerte del Banco de España en Badajoz.
Fuente: Historias de Tesoros - Tesoros con Historia: Alonso Rodriguez Diaz/Ignacion Pavón Soldevila/David M.Duque Espino

Según consta en el expediente 195/43 del Juzgado de Delitos Monetarios del Ministerio de Hacienda, el 5 o 6 de marzo de 1943 apareció en la finca Los Llanos el llamado Tesoro de Bodonal, compuesto por 19 piezas de oro macizo, del que los descubridores hicieron tres lotes y dieron un trozo al farmacéutico de Segura de León para asegurarse de que era oro. Pero las piezas fueron intervenidas por la Guardia Civil a uno de los descubridores y se pusieron a disposición de citado Juzgado. Apareció muy pronto el entonces comisario provincial de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, D. Jesús Cánovas Pesini, quien se presentó en la localidad y consiguió llevárselas al Museo Arqueológico de Badajoz. No sabemos quién pudo alertar del hallazgo, pero sí que a Cánovas le envió la Comisaría General de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, tal vez consultada por el juez. El caso es que Cánovas publicó enseguida una reseña en Archivo Español de Arqueología (*) dando cuenta del lugar, circunstancias y elementos del hallazgo. Su actuación se produjo, según dijo, siguiendo instrucciones para examinar los objetos y “tramitar a favor del Estado el tesoro hallado” al amparo de la Ley del Tesoro Artístico, es decir, la Ley de 13 de mayo del Tesoro Artístico Nacional de 1933, de cuyo desconocimiento en muchas instancias administrativas se quejaba en su breve escrito (Cánovas Pesini, 1943: 121-122). También ese mismo año T. Gómez Infante se ocupó del descubrimiento a propósito de la aparición de la noticia en la prensa provincial, valorándolo como un tesoro íbero (Gómez Infante, 1943), mientras Álvarez Sáenz de Buruaga dio cuenta en una breve nota de su ingreso en el Museo de Badajoz acompañada de una fotografía del conjunto (Álvarez Sáenz de Buruaga, 1943). Por su parte no faltaron tampoco prontas referencias en la prensa escrita, en concreto en el diario madrileño Pueblo de 14 de abril con el título “Hallazgo de un tesoro en Badajoz” y en el del día 19 con una fotografía de las piezas y otra de los descubridores. Un día después de dar cuenta Pueblo la primera noticia, es decir el 15 de abril, fue el diario extremeño Hoy con la titulada “Un tesoro prehistórico hallado en Bodonal de la Sierra”, donde se destacó la inmediata actuación de la Guardia Civil y se incluyeron dos fotos, una del tesoro y otra en la que posaron sentados el teniente coronel de la Guardia Civil, el cabo que ejercía de comandante del puesto de la Benemérita en Bodonal, Rebollo Macías de apellidos, Cánovas y Gómez Infante, quien en aquellos momentos era director interino del Museo Arqueológico de Badajoz. Con esa misma fecha también se hicieron eco otros periódicos, caso por ejemplo del llamado Información de Alicante.

(*) El tesorillo de Bodonal

HOY de Badajoz 15-4-1943


Parece claro que se actuó con celeridad y prontitud desde distintas instancias para salvar el tesoro, pero a partir de ahí esa celeridad y prontitud se ralentizaron. Así, el aspecto menos conocido es el que atañe a los expedientes que se abrieron en distintos departamentos del Estado en cuanto la Guardia Civil se incautó de las piezas. Intervinieron el Juzgado de Delitos Monetarios del Ministerio de Hacienda, la Dirección General del Tesoro Público del mismo Ministerio, la Subsecretaría del Ministerio de la Gobernación, la Comisaría General y la Provincial de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Educación Nacional, además de inicialmente la Guardia Civil. Se generó así un dilatado proceso con vertientes judiciales y administrativas de esos cuya excesiva duración y falta de claridad justifican la desconfianza y el recelo que provocaban por entonces, y seguirían provocando mucho tiempo después, las intervenciones del estamento judicial y sobre todo del llamado “de Bellas Artes” ante cualquier hallazgo de naturaleza arqueológica.

El Juzgado de Delitos Monetarios del Ministerio de Hacienda, que gozaba de libertad procesal absoluta y podía iniciar proceso de oficio o por denuncia, abrió el mencionado expediente 195/43, donde se inculpó a los tres descubridores por un posible delito monetario con el fin de dilucidar si eran de aplicación al caso las disposiciones en vigor sobre la obligatoriedad de ceder el oro al Estado, empezando por la Ley Penal y Procesal sobre Delitos Monetarios de 24 de noviembre de 1938, disposiciones que cesaron muchos años antes de que se dictara la sentencia. Porque no se pronunció sentencia hasta 1966, sentencia núm. 8591 de 9 de julio de 1966, ante la que no cabía recurso, y que fue absolutoria para los halladores de las joyas de oro, las cuales ordenó que quedaran en el Museo de Badajoz a disposición de la Dirección General de Bellas Artes. Es decir, que no hubo sentencia hasta casi veintitrés años después de abiertas las diligencias. No obstante, hay que señalar que el juez que incoó el expediente no despreció el parecer de la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Educación Nacional y dictó pronto, a instancias de la misma, un exhorto con fecha de 14 de mayo de 1943 para que las piezas pasaran al Museo de Badajoz a disposición del Juzgado. Con la misma fecha comunicó esta disposición a la Dirección General del Tesoro Público, a la cual había remitido también la Subsecretaría del Ministerio de la Gobernación, con fecha 23 de abril, la apertura de un expediente de Recuperación, el núm. 68/943.

Por otro lado, el Ministerio de Educación Nacional, a través de la Dirección General de Bellas Artes, también había puesto en marcha sus actuaciones al amparo de la Ley del Tesoro Artístico Nacional, primero indicando al Juzgado que los objetos deberían depositarse en el Museo de Badajoz pues no eran lingotes de oro, sino joyas prehistóricas, y después, un poco antes del citado exhorto del juez de fecha 14 de mayo, en concreto el 10 de mayo de 1943, solicitando formalmente a través de su Inspección General del Museos la valoración económica del tesoro, que inicialmente se encargó a T. Gómez Infante. Además, con fecha 10 de junio, esa Inspección aprobó que las piezas que constituían el tesoro se guardaran en un banco por razones de seguridad. De este modo, el Tesoro de Bodonal estuvo depositado en el Museo Arqueológico de Badajoz todos esos años, pero en un banco, primero a disposición del Juzgado y tras casi veintitrés años pasó a la de la de Dirección General de Bellas Artes. Y ahí seguiría más años como enseguida se comentará.

Pero la tasación planteó no pocos problemas, tantos que la definitiva no se remitió desde la Dirección General de Bellas Artes al Juzgado hasta el 20 de junio de 1966, y de esta a los descubridores hasta el mes de enero de 1967; es decir, casi veinticuatro años después del hallazgo, siendo entonces cuando se encarga al director del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz que comunique a la misma el nombre, apellidos y dirección de quien era el propietario del terreno en la fecha en que se produjo el descubrimiento, quien por cierto ya había fallecido.

Es difícil justificar esta dilación de más de veinte años, aunque hay diversos factores que ayudan a comprender qué es lo que ocurrió. El encargo inicial de la tasación a Gómez Infante, que era director interino del Museo pues la dirección debía recaer en un funcionario del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, se produjo en un momento de cambios. La sede del Museo Arqueológico de Badajoz se había trasladado hacía unos pocos años al edificio de la Galera, junto a la torre de Espantaperros, y las instalaciones y medios era muy precarios mientras, por otro lado, una O.M. de 30 de septiembre de 1943 incorporaba el Museo de Badajoz a la dirección del de Mérida, aunque el centro mantenía su independencia jurídica y funcional. Gómez Infante dejó entonces el Museo de Badajoz sin hacer la tasación y después de marcharse se sucedieron diversos cambios en la dirección del mismo, los cuales debieron dejar el oficio de la Inspección en el olvido. Pero para esta tampoco parece que fuera muy prioritario, pues no consta que se hiciera una nueva solicitud hasta 1951, año en el que el expediente se reactivó.

Así, con fecha de 11 de abril de ese año la Inspección General del Museos Arqueológicos del Ministerio de Educación Nacional volvió a solicitar al Museo Arqueológico de Badajoz información urgente sobre el “asunto” jurídico del Tesoro de Bodonal y si se estaba al corriente del pago de la custodia de las piezas en el banco, porque desde que se aprobara el depósito del tesoro en el mismo, el 10 de mayo de 1943, no había tenido noticias al respecto. Es decir, ocho años menos un mes sin que se supiera nada del asunto. La solicitud de la Inspección se reiteró el día 27 pero se cruzó con el oficio de respuesta del director del Museo Arqueológico de Badajoz fechado el día 25, por el que se contestaba que el tesoro continuaba en depósito y que no constaba ninguna notificación nueva del Juzgado puesto que en la documentación del centro no había ningún documento sobre el expediente desde el ingreso del tesoro en el banco. De hecho, el director del Museo, José Álvarez Sáenz de Buruaga, antes de responder a la Inspección escribió a Gómez Infante una carta con fecha de día 21 para preguntarle sobre el asunto del Tesoro de Bodonal y este le contestó enseguida diciéndole que creía que el caso no debía de estar resuelto y que el tesoro debería seguir en depósito a disposición judicial. Pero no le comentó nada relativo a la tasación. De esta documentación citada, conservada en los archivos del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, se deduce que no existía en ese centro, o bien no se había conservado, ningún documento que fuera posterior a los del ingreso y depósito del tesoro en 1943 y que por tanto Álvarez Sáenz de Buruaga debió empezar de nuevo las diligencias que correspondían al Museo. También en 1951 el Juzgado de Delitos Monetarios parece que retomó el caso pues en octubre de ese año instó a la Dirección General de Bellas Artes a que le hiciera saber si el valor de las piezas superaba el valor físico del oro. Pero la tasación siguió en punto muerto y no hubo nuevas diligencias hasta 1955.

Fue en ese año cuando la Dirección General del Tesoro Público del Ministerio de Hacienda se volvió a interesar por el expediente de recuperación núm. 68/943 de la Subsecretaría del Ministerio de la Gobernación, antes citado, de modo que pidió que se le informara sobre si los objetos seguían en depósito o habían sido ya adquiridos en propiedad por su interés arqueológico. Es decir, no sabía nada desde hacía doce años, en concreto desde la notificación del Juzgado de Delitos Monetarios en mayo del año 1943. La información la solicitó tanto a la Inspección de Museos como a al propio Museo de Badajoz con fecha 24 de junio del 1955 y la respuesta la remitió el director del Museo de Badajoz el 15 de julio, siguiendo instrucciones de la Inspección y destacando que se trataba de alhajas prehistóricas afectadas por las disposiciones vigentes sobre el Tesoro Artístico Nacional. Pero ahí quedó todo.

Un nuevo parón en las diligencias, que en esta ocasión no puede achacarse a los cambios de personal, sedes, procedimiento, posibles pérdidas de documentación o desconocimientos, nos lleva hasta la primavera de 1966 en la cual el tema se desbloqueó definitivamente. El 30 de abril la Dirección General de Bellas Artes se dirigió al director del Museo de Badajoz para que se tasase el tesoro por personal idóneo designado por esa Dirección General, recordando que la valoración económica había sido solicitada de nuevo por el Juzgado de Delitos Monetarios el 21 de octubre de 1951, o sea que la última solicitud llevaba catorce años sin atenderse. Quien se encargó entonces del asunto personalmente fue el director del Museo, José Álvarez Sáenz de Buruaga, que seguía con el Museo de Mérida y con el de Badajoz. Como en el Museo de Badajoz no había más documentación que la del ingreso y las noticias publicadas de primera mano por Cánovas Pesini, encargó por escrito de 12 de mayo al secretario que brevemente tuvo en el centro, Juan Gil Julián, que contactase con Cánovas para que le informara de todo cuanto pudiera: si se hizo excavación en el lugar del hallazgo, dónde estaban los fragmentos cerámicos que aparecieron y que supuestamente pertenecían al vaso donde estaban los oros, si tenía en su poder algún elemento o información más, etc. El 6 de junio Gil Julián le contestó a Sáenz de Buruaga que Cánovas no le aclaró nada y textualmente señala “como este señor siempre”, de manera que solo le indicó que el autor de las fotos era Vidarte, un conocido fotógrafo de Badajoz. Poca o nula colaboración de Cánovas Pesini, quizás porque ya había perdido el protagonismo que por razones políticas había tenido antes en temas del patrimonio histórico-artístico (Ortiz Romero, 2007: 472).

Se conservan en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz muchas anotaciones del minucioso trabajo de Álvarez Sáenz de Buruaga para la tasación, tanto de las consultas como de las referencias que tomó. Así preguntó a Callejo Serrano sobre los criterios que este había seguido en el asunto de la valoración económica de los torques de Berzocana, recogió diferentes citas bibliográficas de hallazgos áureos, contrastó sus circunstancias y caracteres con las de Bodonal, comparó los diferentes pesos que se habían señalado para las piezas en busca del más exacto y pidió parecer en al menos cuatro joyerías de Badajoz y Mérida para asegurarse de los quilates y del valor físico del oro. Al final, el 11 de junio de 1966, remitió la tasación a la Dirección General de Bellas Artes, en la que al valor intrínseco del oro en el mercado añadió un 30% por su valor arqueológico, con el resultado final de 149.687,20 pts.

El 20 de junio, el Director General de Bellas Artes envió la tasación al Juzgado. El 9 de julio el juez dictó la sentencia antes aludida, que remitió con fecha de día 14 al Museo de Badajoz. Pero hasta enero de 1967 la Dirección General de Bellas Artes no comunicó el valor de la tasación a los descubridores, casi seis meses después de la sentencia judicial, al tiempo que encargó al director del Museo de Badajoz que le hiciera llegar el nombre del propietario de la finca cuando se produjo el descubrimiento de los oros. El 3 de febrero el director del Museo de Badajoz, tras consultar al Ayuntamiento de Bodonal, facilitó el nombre del dueño de la finca, que como apuntamos ya había fallecido, y el de sus herederos. El asunto de la adquisición del Tesoro de Bodonal por parte del Estado estaba a punto de cerrar toda su tramitación tantísimos años después de su descubrimiento. El que concernía a la definitiva ubicación de las piezas no, pero de momento siguieron en el Museo de Badajoz, en realidad en el banco, a disposición ya de la Dirección General de Bellas Artes.

Por otra parte, en cuanto a su valoración científica, no fue hasta 1973 cuando apareció la primera publicación que se ocupó de su estudio, treinta años después del hallazgo, durante los cuales las únicas referencias fueron las antes recogidas de Cánovas Pesini, Gómez Infante y Álvarez Saenz de Buruaga. Ese año Hartmann publicó el resultado e interpretación de unos análisis espectográficos que se hicieron y vieron la luz los primeros estudios del tesoro que fueron realizados por M. Almagro Gorbea (1973 y 1974).

martes, 10 de agosto de 2021

vestigios de la prehistoria en Bodonal

Tradicionalmente entendemos por prehistoria al período de tiempo que va desde la aparición de los primeros homínidos en la Tierra, es decir, las especies humanas antecesoras del Homo sapiens, hasta la aparición de las primeras sociedades complejas de este último y, sobre todo, a la invención de la escritura, evento que ocurrió en primer lugar en el Oriente Próximo, alrededor del año 3300 a.C.

Sin embargo, desde un punto de vista académico, el concepto de prehistoria ha sido muy discutido debido a sus imprecisiones: el ser humano no apareció al mismo tiempo en todos los lugares, ni tampoco descubrió la escritura a la vez, por lo que sus límites cronológicos son, cuando menos, arbitrarios.

En todo caso, puede considerarse la prehistoria más como una categoría de trabajo, para organizar todas aquellas sociedades primitivas cuya existencia es previa a la Historia Antigua.

De ese periodo podemos destacar en Bodonal los siguientes vestigios: El sepulcro de Vadiablos, El Antropomorfo de Bodonal, El Tesoro de Bodonal, y El Castrejón.

De todos estos lugares, restos, o vestigios, ya hemos tratado en alguna ocasión en el blog por lo que remitimos en su caso para mayor información, a lo publicado en su momento:

El Sepulcro de Valdiablos:

Situado en el término municipal de Bodonal de la Sierra, aunque muy próximo a la delimitación territorial de los municipios de Fregenal, Segura y la propia Bodonal. Se encuentra localizado en una pequeña meseta de 540 m de altura, en la ladera de una elevación destacada en el territorio; próximos al lugar hallamos arroyos de cauce estacional, no discurriendo excesivamente lejos el río Ardila, principal cauce de la zona.

Se trata de un monumento megalítico denominado de tipo "mixto", por sus especiales características, ya que parte del sepulcro está construido aprovechando un afloramiento de pizarra natural, y el resto del sepulcro se ha construido de manera artificial. De esta forma, encontramos en el interior, una especie de galería, constituida por el afloramiento natural y completando la cubierta y el resto del cerramiento con ortostatos.

La cámara-cabecera, tiene una longitud de 3 m. de anchura por 4,80 m. de longitud, y está compuesta por doce ortostatos de pizarra, con longitud máxima de 1,40 m. por 10 cm. de grosor, que parecen estar recibidos con un barro compacto, haciendo las veces de cemento o aglutinador y que en la mayor parte de la superficie se ha perdido.

La cubierta del sepulcro se realiza mediante el intercalado de lajas de granito y el afloramiento natural de pizarra, cubierta por tierra y piedras a modo de túmulo con unas dimensiones de 3,5 m. de anchura, por 5,80 m. de longitud.

La última vez que estuve en este lugar fue en Marzo de 2016







El Antropomorfo de Bodonal:

La figura en cuestión es una de las piezas que componen la exposición permanente instalada en el Museo Arqueológico de Badajoz desde Enero de 2006 bajo el titulo "Estelas Decoradas del Suroeste". La exposición recoge 24 estelas grabadas en piedra informe algo alisadas, que representan estampas, mas o menos esquemáticas de guerreros de la Edad del Bronce entre los siglos IX y VIII antes de Cristo, mediante incisiones o repiqueteado, personajes ataviados con casco y armas (espada, lanza y escudo), acompañados de otros elementos como espejo, lira y carro.

El Antropomorfo de Bodonal difiere del conjunto de estelas por la representación de que es objeto, una cabeza femenina con tocado radiado. Destaca el detalle con el que se dibujan los rasgos anatómicos que dan expresión al rostro: ojos, nariz y boca. La cara queda enmarcada por un tocado o diadema formado por tres bandas paralelas. Bajo el rostro dos trazos paralelos con dos puntos en su interior que inician los trazos del cuerpo no conservado.

Este tesoro arqueológico que data del Bronce Medio es casi desconocido en la localidad. El objeto está hecho en una losa de granito, de forma irregular, grabada por una de sus caras, previamente alisada, que muestra un esquemático rostro humano, adornado por un tocado radial y diversos motivos mas o menos circulares. Fue hallada en 1987 formando parte del pavimento de entrada al caserío de la finca Valera Julia en término de Bodonal de la Sierra.

Esta infantil figura es según el arqueólogo Luis Berrocal, una más de las denominadas, en diferentes momentos por la investigación como ídolos-guijarros, estelas-menhir, o más recientemente estelas-guijarros con representación antropomorfica, de clara dispersión occidental en la Península y de las que se conocen más de 20 ejemplares.






El Tesoro de Bodonal:

El Tesoro de Bodonal es un conjunto de piezas de oro que data del Bronce final (sobre siglo XII a.c.) y que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional, ubicado en Madrid en la calle Serrano nº 13.

Las piezas del Tesoro de Bodonal, están situadas dentro del Museo en la siguiente ubicación: Exposición permanente, sala 9, Unidad expositiva 2.2.6.1. "Tiempo de contactos" piezas inventariadas con los números desde el 1970/3/1 al 1970/3/19

El Tesoro de Bodonal lo descubrieron el 5 de Marzo de 1943, tres vecinos de la localidad: Julio y Leandro Quintanilla Guerra, y Manuel Quintanilla Martín, cuando empezaron a extraer tierra de un pequeño montículo con la intención de cerrar una zanja abierta en la cerca de "la piedra el Cano" dentro de la finca Los LLanos a unos 2 Kms. al Norte de Bodonal de la Sierra.

Las piezas que componen el Tesoro aparecieron en un vaso cerámico, y en su interior se hallaron 19 piezas de oro con un peso total de 1.558 gramos. De las 19 piezas, 3 corresponden a otros tantos brazaletes y 16 son fragmentos de al menos 6 torques o collares. Todas las piezas presentaban evidentes señales de estar deformadas y reducidas de volumen para ser introducidas en un pequeño recipiente. Este apareció debajo de la tierra, colocado sobre la superficie de pizarra que constituía el suelo natural en el lugar del emplazamiento.


piezas que componen el Tesoro de Bodonal


El Castrejón:


Tenemos que señalar que el arqueólogo y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Luis Berrocal Rangel habla no solo de un Castrejón en Bodonal, sino de dos Castrejones, paralelo uno al otro.

Ocupa un cerro amesetado, paralelo al del Castejón 1 y con semejantes características, grandes afloramientos rocosos que, con aspecto de "acrópolis" dominan la confluencia de varias cañadas y viejos caminos. Entre sus restos, un bastión rocoso de dimensiones notables está rodeado por una importante muralla que, hacia el Nordeste, conserva varios metros (entre tres y cuatro) de altura con sillares irregulares de tamaños medios y grandes.

El "Bonalejo": Luis Matamoros Cid en un articulo para la revista San Isidro 2009 titulado "El Castro de Bodonal de la Sierra" dice sobre este lugar:

"A la parte central, y más elevada del castro, se accede fácilmente por medio de rampas o terrazas, construidas éstas con piedras y rellenas con cantos de guijarros y tierras, y así, por medio de estas terrazas superpuestas, se llega a la cima de la roca central. Dicha cima fue allanada para dejarla libre de obstáculos, posiblemente a cincel, para facilitar el desplazamiento sobre la misma y utilizarla como torre vigía desde donde se puede divisar un amplio horizonte, hacia los cuatro puntos cardinales, cualidad ésta muy importante para el control del entorno del Castro"

"Por el fondo de ladera ésta, de mayor pendiente que las demás, discurre el arroyo denominado Arroyo Grande, que en la época de actividad del castro debió de contar con aguas permanentes circunstancia ésta también de suma importancia para el abastecimiento del Castro. Este arroyo es afluente del Pedruegano, y este a su vez, afluente del río Ardila...."

La última vez que estuve en este lugar fue en Febrero de 2014.








jueves, 5 de marzo de 2020

El Tesoro de Bodonal (77 años de su descubrimiento)

El Tesoro de Bodonal es un conjunto de piezas de oro que data del Bronce final (sobre siglo XII a.c.) y que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional, ubicado en Madrid en la calle Serrano nº 13.
 
Las piezas del Tesoro de Bodonal, están situadas dentro del Museo en la siguiente ubicación: 

Exposición permanente, sala 9, Unidad expositiva 2.2.6.1.  "Tiempo de contactos"

piezas inventariadas con los números desde el 1970/3/1 al 1970/3/19


El Tesoro de Bodonal lo descubrieron el 5 de Marzo de 1943 (hace hoy 77 años), tres vecinos de la localidad: Julio y Leandro Quintanilla Guerra, y Manuel Quintanilla Martín, cuando empezaron a extraer tierra de un pequeño montículo con la intención de cerrar una zanja abierta en la cerca de "la piedra el cano" dentro de la finca Los LLanos a unos 2 Kms. al Norte de Bodonal de la Sierra.

Las piezas que componen el Tesoro datan del Bronce Final (siglos XIII-XII a.C.) aparecieron en un vaso cerámico, y en su interior se hallaron 19 piezas de oro con un peso total de 1.558 gramos. De las 19 piezas, 3 corresponden a otros tantos brazaletes y 16 son fragmentos de al menos 6 torques o collares. Todas las piezas presentaban evidentes señales de estar deformadas y reducidas de volumen para ser introducidas en un pequeño recipiente. Este apareció debajo de la tierra, colocado sobre la superficie de pizarra que constituía el suelo natural en el lugar del emplazamiento.
 
 
Tesoro de Bodonal
 
 
Fotografías de las piezas que componen el Tesoro   (fuente: Museo Arqueológico)
 
 
1970/3/1 Brazalete - Peso = 158,20 gr

1970/3/2 Brazalete - Peso = 122,50 gr

1970/3/3 Brazalete - Peso = 119 gr

1970/3/4 Torque - Peso = 84,65 gr

1970/3/5 Torque - Peso = 84,45 gr

1970/3/6 Alambre - Peso = 70,80 gr

1970/3/7 Torque - Peso = 113 gr

1970/3/8 Torque - Peso = 66,45 gr

1970/3/9 Torque - Peso = 71,70 gr

1970/3/10 Torque - Peso = 72,80 gr

1970/3/11 Torque - Peso = 72,40 gr

1970/3/12 Torque - Peso = 69,80 gr

1970/3/13 Torque - Peso = 73,15 gr

1970/3/14 Torque - Peso = 75,50 gr

1970/3/15 Torque - Peso = 73,05 gr

1970/3/16 Torque - Peso = 71,60 gr

1970/3/17 Alambre - Peso = 49,20 gr

1970/3/18 Alambre - Peso = 48 gr

1970/3/19 Alambre - Peso = 62,60 gr
 
 
El tesoro de Bodonal fue objeto de estudio por parte de uno de los arqueólogos más prestigiosos a nivel nacional, D. Martin Almagro Gorbea, que publico en 1977 un articulo titulado: "El Bronce final y el periodo Orientalizable en Extremadura" que incluye en las páginas 43 a 50 un amplio estudio sobre los torques de oro de extremos expandidos : "El tesoro de Bodonal de la Sierra" del que extraemos algunos comentarios en lo referente a : "Paralelos, cronología y significado cultural:

"...El tipo de torques hallado en Bodonal caracterizado por una barra, o mejor, grueso alambre, acabado en unos extremos ensanchados y vueltos, es de indudable origen irlandés. Los ejemplares de Bodonal ofrecen sin embargo dos particularidades notables: la primera es un alambre circular liso y no retorcido, que es elemento característico en casi todos los ejemplares, y en segundo lugar sus extremos, si bien cónicos como lo son en la mayoría de los casos, sin embargo están en dos casos decorados con motivos incisos, detalle éste muy poco frecuente en los ejemplares irlandeses..."

"...Su cronología hay que situarla mas a fines del segundo milenio que a inicios del primero a.C. Ante estos hechos es evidente que debemos encuadrarlos en la corriente atlántica que en esta época se manifiesta en Extremadura..."

"Los brazaletes de sección octogonal que aparecieron con estos torques son elementos sencillos y por ello dificiles de paralelizar. Cabe incluso la posibilidad de que se trate de materia prima en forma de lingotes más que de auténticos brazaletes. Alguna pieza semejante se conoce en el mundo atlántico..."