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sábado, 24 de octubre de 2020

Torre de la Catedral de Badajoz

La Torre de la Catedral, es otro emblema de la ciudad de Badajoz, y se finalizó en 1542. Con sus 41 metros de altura preside la Catedral Metropolitana de San Juan Bautista. Además de escudos, rostros, gárgolas y otros motivos decorativos, luce un reloj en dos de sus caras, teniéndose noticias ya de la renovación del mismo en 1715. Como el resto del edificio está construida en mampostería revocada y sillares de refuerzo, siendo su principal artífice Gaspar Mendes. Corona la torre el cuerpo de campanas y las almenas que le dan sensación de fortaleza.




Es el elemento exterior más destacado de la Catedral. Tiene 11 metros de anchura y 41 metros de altura, y está dotada de tres cuerpos y campanario. Aunque la fisonomía actual nos ofrece una única torre, hubo proyectos de construir dos, una a cada lado de la fachada principal, pero por diversos motivos y vicisitudes en la historia de la ciudad tan sólo pudo ser levantada la que hoy podemos contemplar.



El primer cuerpo presenta en el lienzo occidental una ventana de medio punto abocinada de características estilísticas románicas y, por tanto, arcaicas con respecto al momento de su construcción. La ventana está decorada por una hilera de perlas, que se repite en la moldura de división con el segundo cuerpo, y una serie de motivos vegetales estilizados. En la división entre el primero y el segundo cuerpo, hilera de pomas y rosetas decorativas.




El segundo cuerpo tiene dos ventanas. La del lado occidental es de estilo plateresco, dividida en dos cuerpos, el inferior está formado por un vano adintelado, dividido por un parteluz y enmarcado por pilastras de orden compuesto y rematado por un friso con la inscripción AVE MARIA. Está fechada en los capiteles de las jambas en 1532. El cuerpo superior está decorado con una concha o venera entre balaustres y un remate de cornisa. Toda la ventana presenta los elementos decorativos propios del plateresco. Es obra de Juan de Ayala. La ventana del lado norte es de estilo gótico tardío. Está formada por un vano adintelado y coronada por un arco trilobulado con venera central y las cabezas en relieve de San Pedro y San Pablo; remata el gablete entre dos pináculos y dos escudos labrados en mármol, uno con el cordero, emblema de la catedral, y otro del obispo Pedro González Manso, que rigió la diócesis de 1526 a 1532. Este segundo cuerpo, cuya construcción podría fijarse en el primer tercio del siglo XVI, muestra el tránsito de la arquitectura española entre las últimas reminiscencias góticas y el primer renacimiento del estilo plateresco. En la división del segundo al tercer cuerpo se emplea una moldura ajedrezada rematada con una crestería gótica.


Ventana lado Norte

Ventana lado Occidental


Las fachadas norte y oeste del tercer cuerpo presentan dos ventanas adinteladas, decoradas con un cordón formando un arco conopial y decoración de perlas. En 1715 se colocan en estas ventanas las “esferas” del reloj, realizado por Miguel Taramas. El tercer y cuarto cuerpo se separan mediante una sencilla moldura con escudos.




El cuarto cuerpo es el de campanas, formado por dobles arcos de medio punto, más uno de campanil en cada frente. Estilísticamente responde a un segundo renacimiento de líneas más puras y clásicas, vigente en España a partir del segundo tercio del siglo XVI. Este cuerpo está rematado con un friso de doble moldura y un busto por cada frente, entre los que aparece el de San Juan en el lado occidental. En sus ángulos, gárgolas figurativas cuya finalidad es evacuar el agua de las lluvias.





La torre está coronada por pináculos y almenas con cazoletas de barro vidriado que se utilizaban para las luminarias que se encendían en la ciudad en fechas señaladas, como las vísperas de fiestas. Hay que tener presente que la vida ciudadana se organizaba en torno a su centro religioso y la torre–campanario era el medio de comunicación para convocar a los actos litúrgicos, anunciar los festejos y sucesos cotidianos relevantes, e incluso regular la actividad de la ciudad marcando las horas del día. Estas funciones se cumplían gracias a las campanas y a las mencionadas luminarias.





friso de doble moldura, con el busto de San Juan en el lado occidental


La Torre también está rematada en sus cuatro esquinas superiores por cuatro gárgolas, que por su altura impide apreciar a simple vista los detalles del cuarteto de híbridos entre escultura y desagüe, apreciándose en imágenes detalladas lo que aparentan ser tres animales rampantes (posible león, simio, y bóvido o cordero) a los que se une una figura alada en la esquina nororiental cuyas fauces recuerdan más las de un dragón que el pico de una rapaz.








La torre conserva un singular conjunto de nueve campanas, o mejor debiéramos decir, dos conjuntos diversos, en la misma sala abierta: siete campanas de uso litúrgico, de las que solo una conserva la instalación original, y dos más para los toques del reloj.

Más información sobre las campanas de la torre de la Catedral de Badajoz ---> aquí

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