lunes, 17 de febrero de 2020

Dolmenes de la Cueva del Moro y Cueva del Monje - La Roca de la Sierra (Badajoz)

La Roca de la Sierra: La Villa de Manzanete se convirtió en La Roca de la Sierra por Cédula Real de Felipe III, el nuevo nombre fue otorgado por la casa del Conde de La Roca, que tenía aquí su asiento.

El pueblo actual tiene un evidente origen medieval sin que pueda datarse este de manera fehaciente. Se cree que el pueblo surgió en el siglo XIII durante la Reconquista llevada a cabo por Alfonso IX de León. Tenían problemas de sustento en los traslados entre Cáceres y Badajoz (por las grandes extensiones de tierra de las llanuras extremeñas); aprovechando la fertilidad de estas tierras, es lógico pensar que instalaran un asentamiento fijo. Este sería el origen, sin duda, de lo que llegaría a ser la Villa de Manzanete y posteriormente La Roca de la Sierra (aunque no hay documentación sobre el tema). 

Hay restos de asentamientos prehistóricos, representados por dólmenes en la finca de propiedad privada, llamada de la Muela, de los que solamente quedan de forma visible, las Cuevas del Monje y del Moro.


Cortijo finca La Muela


Seguidamente podéis ver unas fotos tomadas el pasado dia 10-1, durante mi visita a estos bellos parajes.

Dolmen de la Cueva del Moro: Se localiza dentro de la dehesa de La Muela, a aproximadamente un kilómetro del cortijo de esta finca dirección oeste y justo en medio de una meseta cubierta de encinas, jaras y retamas. Al igual que todas las construcciones megalíticas que se construyeron, sirvió de enterramiento para los miembros de la comunidad que vivía en el territorio, comunidades que podemos situarlas aproximadamente dentro de la Edad del Bronce (2000 - 800 a.C.). Constituyó una gran construcción megalítica de la cual solo quedan los restos de su emplazamiento, destacando los siete ortostatos graníticos de su cámara, con tendencia circular. Esta cámara forma actualmente un semicírculo y las losas graníticas que la conforman, muy pulidas en su superficie, están unidas perfectamente unas a otras, rectangulares cada una de ellas y con una altura casi homogénea. Del corredor, orientado al este, solo quedan algunas piedras diseminadas enfrente de la cámara, al igual que su túmulo, con escasos restos esparcidos de piedra y tierra alrededor del yacimiento. 














Dolmen de la Cueva del Monje: El nombre que recibe este megalito viene, según la tradición, de la residencia que tuvo un antiguo ermitaño en esta zona. También es conocido por el nombre de La Cueva de la Moneda, al creerse que allí hubo un yacimiento con monedas enterradas, causa principal de la destrucción de gran parte del dolmen. Su estética y construcción nos recuerda al cercano dolmen de Lácara, ya que es de grandes dimensiones con gran corredor. Se nos presenta como un sepulcro megalítico de corredor, por tener una cámara más o menos redonda y corredor largo (de aproximadamente tres metros), formado por ortostatos, es decir, piedras hincadas paralelamente y luego cubiertas por otras también de grandes dimensiones horizontalmente. Al final del corredor se abre una cámara más amplia y alta, con una altura aproximada de dos metros y con la losa de cubrición aún conservada sustentada por ortostatos y otras piedras de menor tamaño que aseguraban la estabilidad y el agarre de su zona superior. Aunque no mantiene el túmulo que lo cubría y lo rodeaba perimetralmente si podemos apreciar varios restos de tierra y piedra esparcidos alrededor del dolmen. En definitiva, uno de los más bellos dólmenes de la provincia si no fuera por el precario estado de abandono en el que se encuentra, ya que algunos de los ortostatos que lo componen permanecen caídos dentro del propio dolmen o junto a otras grandes piedras graníticas.




















Otras publicaciones del blog sobre monumentos megalíticos (menhir, dolmen, crómlech, sepulcros, etc.):

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