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viernes, 2 de febrero de 2024

Hace 40 años se nombró Abadesa Perpetua de la Comunidad del Real Monasterio de Santa Ana en Badajoz, a la Santísima Virgen

El pasado 30-1 ya tratamos en el blog sobre el Real Monasterio de Santa Ana de Badajoz, en aquella ocasión (con motivo de mi última visita a este magnifico lugar el pasado 28-1) para contar la historia de Ntra. Sra. de las Virtudes y Buen Suceso "Morenita Antigua", antigua Patrona de la ciudad (ver aquí).

Volvemos hoy en el blog a contar cosas curiosas sobre este lugar, entre ellas destacamos el nombramiento en 1984  (hace 40 años) de la Santísima Virgen como Abadesa Perpetua de dicha Comunidad.

Dicho nombramiento tuvo lugar en conmemoración del segundo milenio del nacimiento de la Virgen María , porque según la tradición, el 5 de Agosto de 1984 la Santísima Virgen cumplió 2000 años,


La Virgen sentada en la silla de la Abadesa (coro bajo del Real Monasterio)

Preside el coro bajo un Calvario del siglo XVI con un crucificado tallado,
y una virgen y San Juan pintados sobre tabla.


Para ello se preparó la imagen de la Encarnación, que estaba en posición de pie para poderla sentar en la silla coral. El día 8 de septiembre de 1984 la bendita imagen de Candelero, del siglo XVIII, fue colocada en la sillería coral que le pertenece a la Abadesa de la Comunidad, pero previamente tuvo que pasar por el taller de restauración.

En su mano izquierda se le puso el sello de la Comunidad, el que da jurisdicción a la Abadesa. Las llaves de clausura del Monasterio, como guardiana de la misma, y sosteniendo con la otra mano, el báculo como signo Abacial. En su cintura se le puso el cordón franciscano, como signo de pertenencia a la Orden.

La hora que se eligió para esta ceremonia fue la Hora de Nona (*). Una vez comenzado el acto, la Abadesa de la Comunidad, de rodillas, ante la imagen de Nuestra Señora, le dirigió unas bonitas palabras.

(*)  La Nona, Hora Nona o Novena Hora después de la salida del sol (del latín Nona, noveno), es una oración del Oficio Divino en la liturgia de las horas canónicas. Este oficio debe su nombre a la hora novena del día, momento en el que los monjes rezaban. Por lo general se canta o recita aproximadamente a las 15 horas. Se conmemora el momento en que Jesús murió en la cruz.

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