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domingo, 7 de enero de 2024

hace 158 años que el general Prim pasó por Bodonal camino de Portugal

¿Quién era el general Prim? : Juan Prim y Prats (Reus, 6 de diciembre de 1814 -Madrid, 30 de diciembre de 1870), conde de Reus, marqués de los Castillejos y vizconde del Bruch, fue un militar y político liberal español del siglo XIX que llegó a ser Presidente del Consejo de Ministros de España. En su vida militar participó en la Primera Guerra Carlista y en la Guerra de África, donde mostró relevantes dotes de mando, valor y temeridad. Tras la Revolución de 1868 se convirtió en uno de los hombres más influyentes en la España del momento, patrocinando la entronización de la Casa de Saboya en la persona de Amadeo I. Murió asesinado poco después.


Prim en retrato ecuestre, hacia 1850


En enero de 1866 Prim protagonizó el pronunciamiento de Villarejo de Salvanés que fracasó entre otras razones porque el unionista general Serrano consiguió que no se sumaran los cuarteles de Madrid. Prim consiguió cruzar la frontera de Portugal después de vagar por La Mancha y los montes de Toledo. Esta marcha sorprende por su supuesta falta de estrategia, pues avanzaban sin cuidados, pero también por el escaso celo que mostraban las fuerzas que les perseguían, que probablemente deseaban que salieran del país libremente. Prim entró en Portugal el 20 de enero de 1866, pero poco después fue expulsado y pasó a Londres y de allí a París. 

Prim atravesó la frontera de Portugal por la cercana localidad de Barrancos donde el general entregó su espada a las autoridades Portuguesas, y en agradecimiento, poco después, mando un cuadro al óleo donde se puede ver al propio general montando a caballo en una postura tipo Napoleón.


Berlina coupé de diario del General Prim - museo ejercito Toledo



El 19 de Enero de 1866 (ahora se cumplen 158 años) el general Prim pasó por Bodonal según consta en la siguiente carta remitida desde nuestro pueblo, y que fue publicada en el periódico La correspondencia de España el 25-1-1866 (ver página del periódico aquí ) que dice: 

"Es curiosa la siguiente carta que ha recibido una persona importante en Madrid de otra del pueblo de Bodonal, pueblo fronterizo al territorio Portugués, en la cual se dan pormenores del paso por aquella población del general Prim y sus parciales. La carta está fechada el 20, y dice así:

Mi querido amigo: Los sublevados deberán ya haber pasado a esta hora, diez de la mañana de hoy, al territorio portugués. Ayer a las tres y media de la tarde se presentaron en este pueblo a paso precipitado para Fregenal, y llevaban tal temor de ser alcanzados y copados por cualquiera de las columnas que mandaban los generales Zavala y Echagüe, que solamente se detuvieron en Fregenal a dar un pienso a los caballos y salieron a las ocho de la noche para Encinasola, no obstante de que traían una jornada de siete leguas, desde Bienvenida, donde pernoctaron el 18. Encinasola dista dos leguas escasas de Barrancos, Portugal, y supongo que entre ocho y nueve de la mañana de hoy habrá terminado la insurrección.

Después de una vanguardia de ¿0 a 80 caballos, se presentó Prim, llevando a su derecha al brigadier Milans, con uniforme flamante de mariscal de campo, que sin duda tenia preparado y sacó de Madrid. Ahora deberá perder para siempre el de brigadier. A la izquierda del general sublevado iba uno que no conozco ni sé quien fuera, pero debería ser el Noy de las Barraquetas ó el comandante Bastos.

Dicen se detuvo un momento a beber un vaso de agua, y por cierto que al tomarlo desde el caballo, porque no se apeó, se le encabritó el caballo y estuvo a pique de tirarlo al suelo. La fuerza sublevada se componía de unos 600 a 700 caballos; iban tan rendidos y fatigados,  que a alguno de los caballos tenían necesidad de arrearlos con los sables; unos cuantos soldados de caballería iban a pié por falta de caballos, y en la propia forma 25 ó 30 paisanos, cuatro ó seis de ellos de decente porte y esterioridad. Los sublevados, en general, iban tristes, abatidos y como pesarosos los pocos oficiales que iban de su deslealtad. Se notaba en estos señales recientes y evidentes de haber arrancado de las mangas de sus casacas los galones y colocado en su lugar estrellas prendidas con hilo blanco, y lo propio se notaba en los sargentos que antes eran cabos. Venían un capitán y un teniente de La Albuera, dos sargentos y tres individuos de la guardia civil, no se si forzados o voluntarios, un capellán y un físico.

No ocultaban sus deseos y su afán de llegar a Portugal, temerosos de ser copados por cualquiera de las columnas que los persiguen; y yo, aunque profano en la milicia, creo en vista del estado de cansancio, de disgusto y de abatimiento que revelaban los semblantes de los insurrectos, que si el ministro de Marina o Echagüe los hubiera visto, los destruyeran por completo.

Cuando se presentaron en la plaza, algunos pocos soldados dieron escasos y lánguidos vivas al general Prim, a la libertad y abajo los consumos, fueron contestados por una docena de chiquillos que gritaban: ¡Viva Plim! Un paisano le dio un viva al pasar por una calle , y Prim contestó: <Me dais vivas, pero no os venís conmigo con armas a defender la libertad y el bien que procuro para vosotros>. Prim afectaba estar risueño y contento.

Un pengarero que se hallaba labrando unas tierras contiguas al camino, abandonando la mancera se acercó a Prim ; se detuvo este, el paisano sujetó el caballo del marqués, y preguntándole qué era lo que quería y se proponía, le contestó: <La libertad, el bien para los pueblos; que se rebajen las contribuciones y cuatro años de servicio a los soldados que me acompañan, y que desaparezca la contribución de consumos>. El labrador se despidió respetuosamente y el general continuó su precipitada marcha.

Dos de los sublevados se separaron del camino, y dirigiéndose a la casa de un cortijo distante medio cuarto de legua, de D. Antonio Mario Claros (mi cuñado), se llevaron a viva fuerza un buen caballo con una magnifica montura a la royal, pues mi cuñado, ó un hijo suyo, había salido a paseo y dejó el caballo en el cortijo mientras se dirigió  a ver la corta de unos pinares de su propiedad. Se ha dado parte a Prim del robo del caballo, y yo presumo que lo devolverán luego que entren en Portugal; al propio tiempo se ha dado conocimiento de este hecho al capitán general del distrito, al gobernador de esta provincia y al juez de primera instancia".

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En Barrancos (Portugal) a unos 40 Km. de Bodonal, la llegada del general Prim está documentada por Jacinto Saramago en su blog http://estadodebarrancos.blogspot.com.es/ entre otros, en los siguientes enlaces:
  • O General Prim esteve em Barrancos em... 1866 aquí
  • Barrancos expõe espada do General Prim aquí
  • Faz hoje 150 anos da passagem do general Prim por Barrancos aquí


Barrancos (Portugal)


Para saber más sobre Prim, recomiendo:

Serie de TVE de 2014 titulada: "Prim. El asesinato de la calle del Turco"  http://www.rtve.es/alacarta/videos/prim-el-asesinato-en-la-calle-del-turco/prim-asesinato-calle-del-turco-pelicula-completa/2910141/.

Programa emitido por RNE en Julio de 2015 titulado "El general Prim, de conspirador a hombre de estado" http://www.rtve.es/alacarta/audios/documentos-rne/documentos-rne-230715/3225338/.

2 comentarios:

  1. Bom dia, Jesus e Bom Ano. Prin deve ter sido uma personagem interessante!! Aqui, em Barrancos, "entregrou-se" às autoridades civis (do Município), a quem simbolicamente entregou os cavalos e arreios que trazia! Em Barrancos, enquanto esperava a forma de regressar a Espanha, deve ter passado uns dias de férias!! Ofereceu depois o famoso quadro "estilo Napoleão" e, consta, pelo menos duas espadas, uma das quais esteve exposta no museu.

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  2. Jacinto: Igualmente mis mejores deseos para ti y tu familia en el año nuevo. Efectivamente por tu blog seguí varias de las noticias de la información existente en barrancos, aunque nunca pude ver la foto de la espada que al parecer estuvo expuesta en el Museo de Barrancos

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