Esta pilastra podemos verla en la calle Cristobal Oudrid, esquina con la calle San Blas, de Badajoz, y parece ser que la finalidad de la misma era impedir la entrada de carruajes. Para algunos es una simple piedra (El Ayuntamiento niega que tenga importancia artística, histórica o patrimonial e insiste en que forma parte del «anecdotario urbano» por su valor sentimental), pero para otros, son restos entre otros, de los muchos vestigios visigodos que podemos ver en diferentes lugares de la ciudad.
En el verano del 2003 saltó la polémica cuando la piedra fue arrancada durante el derribo del edificio que se encontraba entre las calles San Blas y la parte peatonal de Cristóbal Oudrid. Un mes más tarde, la colocaron en su lugar tras las protestas de los vecinos, pero la dispusieron al revés y remendada. Entonces, Aqualia aseguró que durante la realización de obras para la red de abastecimiento en la calle un vecino avisó a sus trabajadores de que la columna se encontraba entre los ripios y rota. Sus operarios intentaron remendarla y colocarla de nuevo en su sitio, algo que la empresa reconoció entonces que no se hizo bien. Tanto la empresa de abastecimiento de aguas como la promotora que realizó el derribo del edificio insistieron en que sus operarios no habían arrancado ni roto la supuesta columna. Aqualia envió la piedra a una empresa especializada de Madrid para su restauración y colocarla tal y como estaba. En 2008, la piedra volvió a su sitio.
En el 2003, algunos historiadores y arqueólogos coincidieron en la posibilidad de que se tratara de una pilastra de origen visigodo o árabe y que posteriormente fuera aprovechada para alguna edificación medieval. También se señaló la posibilidad de que fuera una pilastra procedente del derribo de algunos edificios del interior de la Alcazaba aprovechada en el siglo XIX para las primeras luminarias urbanas de gas.
Cuando llegó el alumbrado eléctrico a Badajoz, estas pilastras volvieron a aprovecharse y se colocaron en muchas calles del centro, sobre todo en las esquinas, para reforzarlas contra las ruedas de los carruajes. Y fue en aquellas fechas cuando se colocó en la calle Cristóbal Oudrid, por lo que en el 2003 se barajó la posibilidad de que procediera de la Alcazaba, un extremo que rechazó el Ayuntamiento.
Seguidamente podéis ver unas fotos tomadas ayer, cuando pasaba por este lugar.
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| calle Cristobal Oudrid |
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