Como continuación a lo publicado con esta misma fecha sobre el Tesoro de Bodonal (I parte: Historia de su descubrimiento, 23 años para su tasación, y otros tantos años en la caja fuerte del Banco de España en Badajoz.) (ver aquí). Y (II parte: Las piezas que lo componen, valoración cientifica y estudio del Tesoro (30 años después del hallazgo) por Martin Almagro Gorbea) (ver aquí).
Abordamos la III y última parte de la historia de este Tesoro, en la que vamos a tratar sobre su préstamo al MAN (Museo Arqueológico Nacional) en 1970 y su ya no regreso a Extremadura.
III parte
El diario regional Hoy de Badajoz publicaba el 7 de junio de 1970 un editorial con el título “Tesoros que se van”, a propósito del traslado al Museo Arqueológico Nacional de Madrid (MAN) de los tesoros de Bodonal de la Sierra y Sagrajas. Su intencionalidad estaba clara y al final hacía un llamamiento para evitar que esta tierra tan familiarizada con la emigración de la mano de obra, no sufriera “otra triste forma de emigración” en clara referencia al hecho que se denunciaba y a otros hallazgos “instalados en cualquier museo distante”.
Veamos lo sucedido con el Tesoro de Bodonal:
Martín Almagro Basch, director del MAN y comisario general de Excavaciones entre otros cargos, solicitó los tesoros de Sagrajas y Bodonal para una exposición que se iba a celebrar en el MAN con motivo de la inauguración de nuevas salas. La solicitud fué atendida por mediación de Álvarez Sáenz de Buruaga (Director del Museo Arqueologico Provincial de Badajoz) el 7 de enero de 1970. Álvarez Sáenz de Buruaga entregó a Almagro Basch en Madrid ambos tesoros para la exposición. Ninguno de los dos regresaría a Badajoz, tal y como en la ciudad se barruntaba.
El conflicto afloró y vemos cómo en él Almagro Basch (Director del MAN) y Cienfuegos Linares (Presidente de la Diputación de Badajoz) representan a las dos posturas antagónicas, con intereses profesionales, políticos y personales también incluidos, que dejaban a Álvarez Sáenz de Buruaga en el medio, dada su condición de funcionario de Bellas Artes y jerárquicamente por debajo de Almagro. A través de notas personales suyas conservadas en el Museo de Badajoz queda constancia de los disgustos y roces vividos por Álvarez con ambas partes y también cómo le hizo saber a Almagro que él quisiera que las piezas volvieran a Badajoz. En resumen, la escenificación a escala local y provincial de las tensiones generalizadas entre Madrid y las regiones, que a veces no estaban exentas de personalismos excesivos, dentro de las cuales la concepción del MAN como lugar idóneo para el reflejo de la riqueza histórico-arqueológica del país contrastaba con otras concepciones y aspiraciones no centralistas ni centralizadoras del patrimonio histórico-arqueológico español.
Cienfuegos contó que cuando visitó la exposición en Madrid le recordó a Almagro que había que devolver los tesoros de Sagrajas y Bodonal a Badajoz y que este le argumentó las malas condiciones del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz para su seguridad, de manera que hablaron de una nueva sede –Cienfuegos fue una de las personas que continuamente reivindicó un nuevo edificio para el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz– y de la promesa de Almagro de devolverlos cuando estuviera acabada su construcción (Cienfuegos Linares, 1996: 365). A tenor de este relato, y como en otras instancias ya se aseguraba, Almagro no tenía intención alguna de devolver ninguno de los dos tesoros y le sirviera la exposición de treta o no, el caso es que antes de que se cumplieran dos meses desde el hallazgo del Tesoro de Sagrajas ya estaban sus piezas en el MAN para quedarse, en compañía además del Tesoro de Bodonal de la Sierra. Por consiguiente, cuando pasados diecinueve años se inauguró el nuevo edificio del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, en su exposición no estaban los tesoros de Bodonal y Sagrajas.
De otra parte, la polémica saltó también a la prensa local y el mejor ejemplo de ello lo constituye el citado editorial del diario Hoy de 12 de mayo de 1970 con el título “Tesoros que se van”. En el mismo se reivindicaba no solo que las piezas se quedasen, sino que felicitaba a la Diputación Provincial por haber acordado la adquisición de Sagrajas y Berzocana, de igual manera que se demandaba la habilitación de espacios dignos para la exposición de la riqueza histórico-artística en clara referencia a la situación del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz y, como apuntábamos al inicio de este trabajo, que no hubiera una “emigración cultural”, como la había habido de la mano de obra.
Pero al final, mediante O.M. de 10 de febrero de 1975, el Ministerio de Educación y Ciencia a propuesta de la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural dispuso que los tesoros de Bodonal y Sagrajas pasasen al MAN, firmándose el acta de entrega el 4 de marzo de ese año. Lo paradójico es que ambos tesoros ya llevaban cinco años en el MAN y, por tanto, solo se trataba de hacer conforme a derecho lo que ya era de hecho.
Fuente: Historias de Tesoros - Tesoros con Historia: Alonso Rodriguez Diaz/Ignacion Pavón Soldevila/David M.Duque Espino
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Por la importancia de este y otros hallazgos arqueológicos, como el Antropomorfo de Bodonal, (ver aquí), y la existencia en los alrededores de un Castro de origen Celta (El Castrejón), (ver aquí) y también dentro del término, un Sepulcro Megalitico (Valdediablos) (ver aquí) debiera gestionarse por las Autoridades locales la creación de un Centro de interpretación sobre la arqueologia local que mostrara reproduciones de estos hallazgos e información sobre los mismos.
Sobre vestigios de la Prehistoria en Bodonal, ver la publicación del siguiente enlace:
Excelente!!! Muy bien documentado.
ResponderEliminarMuchas gracias
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