“Al principio plantaron horcones, y entrelazándolos con ramas, levantaron paredes que cubrieron con barro; otros edificaron con terrones y césped seco sobre los que colocaron maderos crudos, cubriendo todo ello con cañas y ramas secas para resguardarse de las lluvias y del calor; pero para que semejantes techumbres pudieran resistir las lluvias invernales, las remataban en punta y las cubrían con barro para que a merced de los techos inclinados resbalase el agua. Podemos explicarnos que esto pasó así en sus orígenes, como hemos dicho, porque hoy mismo lo vemos en algunas naciones, como en Galia, en Hispania, en Lusitania y en Aquitania, cuyos edificios aún se siguen cubriendo con chillas y bálagos.”
(VITRUBIO, " La vivienda en Lusitania", De Arquitectura, Lib. II; Cap.1)
Cuando Vitrubio escribió su tratado de Arquitectura allá por el s. I a.C. aventurando el origen de las viviendas pastoriles, se encontraba lejos de imaginar que dos mil años antes en Lusitania, en Extremadura, ya existía un módulo de estas construcciones perfectamente consolidado, que perduraría, sin apenas variaciones hasta el pasado siglo XX.
Una buharda (o bujarda con aspiración de la h) es una ‘construcción rural de planta redonda y falsa bóveda’. Consiste en una especie de chozo de piedra seca o unida con argamasa que sirve de refugio y vigilancia a pastores y campesinos.
Toma su nombre del vano que se deja para que salga el humo, pues esto era en un principio una buharda, un respiradero de la carbonera o el hueco que se deja en un cubículo para que entre el aire y la luz, después también el ‘ventanuco del desván’ y, por extensión, ‘el mismo desván en que está el ventanuco’ (hoy buhardilla por ser incómoda y pequeña).
Este es el término que predomina en la Baja Extremadura para estos chozos de piedra. En la provincia de Cáceres la variedad de tipos y nombres es más variado según la comarca de que se trate.
Y así, además de chozo de horma o chozón, se denominan muru (en Las Hurdes y Tierras de Granadilla), garnacho (Valle de Ambroz), bujío (Sierra de San Pedro y Llanos de Cáceres), bóveda (chozo de), que se convierte en bobia (en Garrovillas de Alconétar), y otros como batuca (Las Villuercas), torreón (Cañaveral) y torruca entre otros.
Ya en una anterior entrada del blog en Septiembre de 2013 tratamos sobre chozos, y sus diferentes tiologias (ver aquí) entre las que pudimos ver esta construcción.
El pasado 22-5 con motivo de una visita a Valencia del Ventoso, para fotografiar las gárgolas de la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de la Esperanza (ver aquí), a mitad de camino desde Bodonal, divisé en la lejanía una Bujarda, que todos hemos visto alguna vez al pasar por esta carretera. La particularidad de esa construcción es la de estar "encajada" entre piedras.
Seguidamente podéis ver unas fotos tomadas de esta bonita construcción.
En la bujarda del pozo
la gargantilla quedó
y los pendientes y el lazo,
la cadena y el reló.
Versos de un romance recogido por Bonificacio Gil
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