Según la climatología, el mes de enero es el más frío del año en España, seguido muy de cerca por febrero, que algunos años toma la delantera en la particular competición de las bajas temperaturas invernales. En 1956 (hace 67 años) febrero rompió todas las estadísticas. Fue el mes más gélido de todo el siglo XX, lo es también de todos los que llevamos en el siglo XXI y para encontrar un mes o periodo tan gélido, nos tendríamos que remontar al siglo XIX (quizás al XVIII), coincidiendo con los últimos coletazos de la Pequeña Edad del Hielo.
Aunque en muchos libros y artículos se hace referencia a la gran ola de frío de febrero 1956, en realidad lo que aconteció aquel gélido mes fue una sucesión de 3 olas de frío, todas ellas extraordinarias, lo que dio lugar a una temperatura media mensual extraordinariamente baja en España.
En el marco actual de calentamiento global es difícil que se repita un mes tan gélido como aquel histórico febrero, aunque la extremosidad que caracteriza últimamente el comportamiento atmosférico podría dar como resultado una ola de frío de magnitud similar a alguna de las tres ocurridas. Tenemos fresca aún en nuestra memoria las gran nevada y ola de frío posterior al paso de la borrasca Filomena, en enero de 2021.
Pues en este 2023, también llevamos unos dias con temperaturas muy frias, y en dias pasados (el 12-2) pude ver en Bodonal que hasta los mulos estaban arropados.
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