En estos días los niños preparan sus disfraces para la fiesta de Halloween, ignorando la mayoría de ellos que lo que se celebra realmente es la festividad de Todos los Santos.
Normalmente achacamos la confusión a las modas norteamericanas, que introduce la televisión y el cine de Hollywood. Pero la fusión
de ambas festividades tiene un origen mucho más antiguo. Vamos a ver el
origen de uno y de otro.
El Día de todos los Santos, o Tosantos como
se dice en algún lugar. Viene de cuando la iglesia primitiva adoptó la
costumbre de conmemorar a los mártires en el aniversario de su martirio.
Pero en aquellas épocas de persecuciones, sobre todo en la época de Diocleciano,
los martirios solían ocurrir en grupo, por lo que sus conmemoraciones
eran también comunes. Cuando el número de mártires fue demasiado grande,
la Iglesia decidió unificarlos todos en un único día, si bien en este
día solo se honraba a los mártires y a San Juan Bautista, estamos
hablando del año 373. La fecha del 1 de Noviembre se instauró por Gregorio IV en el siglo IX para todos los Santos, y en el XV Sixto IV
añadió a la liturgia la vigilia del día 1, es decir el 31 de Octubre,
la cual coincidía con una festividad pagana celta conocida como Samhain. En inglés esta vigilia se llama All's hallows Eve, en castellano Víspera de Todos los Santos, y la contracción inglesa derivó en el Halloween.
Festividad Celta de Samhain. En
el mundo celta el año nuevo se celebraba con el fin de la recolección de
las cosechas, la primera estación del nuevo año era conocida como la
estación oscura, en los actuales meses de Octubre - Noviembre. En esas
fechas los celtas creían que los antepasados difuntos podían abandonar
su mundo ultraterreno para reunirse de nuevo con sus parientes vivos, y
estos tenían por costumbre dejar en las puertas de sus casas alimentos
para así tenerlos contentos y alejar a los difuntos de sus hogares,
además fabricaban luminarias vaciando, al principio nabos, y
posteriormente calabazas. Es decir, con Halloween tenemos un suceso
parecido a la Navidad, una cristianización de una celebración pagana. (*)
Sirva lo anterior de introducción, para recordar una tradición de estas fechas cuando yo era niño ,y es que en muchos pueblos los muchachos salían a pedir por las casas los frutos del tiempo como higos pasaos, nueces, bellotas, granadas, castañas, membrillos etc. Es una tradición que se sigue manteniendo todavía en algunas localidades de Extremadura. Esta especie de aguinaldo que los que niños recogían en forma de frutos del tiempo de sus familiares o vecinos en los días previos, se los comían durante los toques en los campanarios el día 2 de noviembre – conmemoración del día de los difuntos.
En algunos lugares de España se mantienen tradiciones curiosas, como por ejemplo en Cadiz que celebra el 31 de octubre los Tosantos, disfrazando a los conejos, puercos
y gallinas de los mercados de la ciudad; también se hacen muñecos con
frutas, verduras y frutos secos que reflejan de modo crítico y
humorístico la realidad social del año.
No perdamos nuestras tradiciones
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