miércoles, 5 de marzo de 2025

Campanas y tormentas, entre la superstición y la religión - Bodonal (enero de 1741)

Después del Concilio de Trento (1545-1563) se extendió en España la costumbre de tocar las campanas de la iglesia para conjurar las tormentas que amenazaban las cosechas y la vida de las personas y animales. Las iglesias barrocas -las románicas y las góticas no porque en la Edad Media no se usaba esta práctica- tenían en la torre o a media altura un lugar para conjurar. Desde primeros de mayo hasta bien entrado septiembre se tocaban las campanas a Tentenublo. Los días que amenazaba tormenta no se escatimaban los toques.

Pero esta costumbre -ajena a toda lógica y más cercana a la superstición que al espíritu religioso-, tenía más peligros que ventajas. Las pesadas campanas de hierro en movimiento tenían un gran poder de atracción de los rayos, así que la vida de los que volteaban las campanas a mano corría realmente peligro.

Las muertes en campanarios y conjuratorios fueron el pan amargo de cada verano. Víctimas preferidas fueron los sacristanes y sus hijos, obligados por el cargo a tañer las campanas a nublado durante las tormentas. En 1711 sacaron las cuentas de los muertos que hubo en el reino de Navarra y salieron más de ochenta.


Bodonal (día tormentoso 17-6-2017)



Los abonos a los curas como conjuradores de las tempestades han sido muy frecuentes y han pervivido hasta hace pocas décadas. Algunos ejemplos resultan muy elocuentes. Por Campo Arañuelo y por la Vera de Plasencia, en los días posteriores a la Semana Santa, «cada casa» solía llevarle a los párrocos diversos regalos (huevos, gallinas, conejos, garbanzos...) o dinero, lo que servía de «iguala pa los conjuros de los truenos en la Pascua y en las tormentas del verano, las mu puñeteras».

Esta situación conllevo a redactar a lo largo de los siglos diferentes disposiciones para intentar regularizar estos excesos, como la adoptada en el Sínodo Diocesano de Huesca de 1687:

Ordenamos y mandamos, so pena
de excomunión mayor, que ningún clérigo
de este obispado conjure nublados,
y energúmenos, usando de particulares
conjuros y acciones extraordinarias e indecentes
para engañar a la gente ignorante
y llevarlos dineros y otros bienes
que les pueden sacar, y que no usen de
otros, ni diferentes exorcismos, que los
aprobados por la Iglesia, ni hagan otras
ceremonias ni acciones más de las permitidas


En términos similares, aunque diez años más tarde, se redacta una de las disposiciones del Sínodo de Zaragoza:

Asimismo, por cuanto tenemos relación,
que algunos clérigos, conjurando
nublados, usan de particulares conjuros,
y hacen acciones extraordinarias, e indecentes,
para llevar tras si al pueblo
ignorante, mandamos pena de excomunión
mayor, y de veinte y cinco libras,
aplicadas, la mitad para el denunciador,
y la otra mitad a pobres de la parroquia,
que no usen de otros exorcismos,
sino de los que están aprobados por la
Iglesia, especialmente los del Ritual de
nuestro Arzobispado, ni hagan otras
ceremonias, ni acciones más de las permitidas
por la Iglesia, y mandamos a
nuestros visitadores tengan cuidado de
inquirir de ello, y castigar los culpados,
agravando penas conforme el delito


El toque de Tentenublo / Tente nube es el repique de campanas que tradicionalmente se hacía con la intención de alejar las tormentas de granizo, en la creencia de que mediante tal repiqueteo las tormentas se contenían, se disipaban o por lo menos se suavizaban, sin producir los temidos daños en el campo. El tentenublo ha llegado casi hasta nuestros días como un magnífico ejemplo de antropología y etnografía rural en España.

El toque iba acompañado de rezos a Santa Bárbara y letanías tales como «Si lluvia traes ven para acá, si piedra, vete para allá».

Del tentenublo, como es normal en una lengua tan rica, había varias versiones, con otros nombres. Una letanía decía: Tente nube, / tente tú, / que Dios puede / más que tú. / Tente nube, / tente palo, / que Dios puede / más que el diablo. Otras eran de corte más pragmático: Si la lluvia traes / ven para acá, / si piedra / vete para allá. Los últimos versos revelan el origen de la preocupación por las tormentas, que no es otra que el granizo, aunque las campanas se han utilizado también para contrarrestar otro tipo de fenómenos, como las heladas.


Campana de San Ildefonso - Bodonal
AÑO 1953
SAN ILDEFONSO
DONADA POR LOS PADRES DE JOSE CID
SIENDO PARROCO D. JULIO ALVAREZ ROMERO
BODONAL DE LA SIERRA


Campana de San Francisco - Bodonal
CAMPANA DE SAN FRANCISCO
AÑO DEL SEÑOR DE 1959
FUE BENDECIDA POR D.FRANCISCO LOPEZ CACERES
PARROCO DE ESTA
SIENDO MADRINA LA SRTA. JOSEFA NOGALES LOPEZ 


Sirva lo anterior de introducción para comentar que en Bodonal, el pueblo y el clero también tenían fe ciega en el tañir de sus campanas como destructoras de las nubes tormentosas, lo confirma, entre otros testimonios que podrían traerse a colación, un documento fechado en Enero del año 1741 (hace 284 años):

"En la villa del Bodonal a veinte y sinco días del mes de henero del año del Señor de mill setecientos y quarenta y uno el Ilmo. y Rvmo. Sr. Dn. Amador Merino Malaguilla mi Señor, obispo de este obispado, estando en dicha villa y antendiendo a la suplica de sus vezinos y a las grandes necesidades que se padecen por las tempestades y tormentas que ocurren, para que vivan con algún cosuelo y mediante la Divina Misericordia podere evitar los daños y penurias que suelen en tales ocasiones acontecer, dicho Sr. Ilmo. consagró y puso los Santos Oleos de Chrisma y enfermos a seis campanas". (*)

(*) TEJADA VIZUETE, Francisco: «Campanas con nombre propio», en Alminar, 45 (Badajoz, 1983), pág. 31



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Sobre estipendios (*) fijados por el cura de Bodonal en 1909 para celebrar ciertos actos, ver las siguientes entradas:

-El que quiera casarse en Bodonal, tiene que mandarle al cura una gallina, una botella de vino, y un pan (aquí) y (aquí).

(*) En un sentido general, estipendio hace referencia a la tasa pecuniaria, fijada por la autoridad eclesiástica, que dan los fieles al sacerdote para .......


jueves, 13 de febrero de 2025

Se conmemora el 60 aniversario del asesinato del general Humberto Delgado, el "general sem medo"

Hoy día 13 de Febrero se conmemora el 60 aniversario del asesinato de Humberto Delgado, el "general sem medo", y de su secretaria Arajaryr Campos.

Hace unos años tuve ocasión de leer dos libros que tratan sobre este asunto, y desde entonces siempre tuve curiosidad por esta historia. En Diciembre de 2014 visité por primera vez el lugar donde encontraron semi enterrados los cadáveres, y en 2015 asistí a algunas conferencias con motivo de celebrarse en Badajoz un Congreso Internacional conmemorativo del 50 aniversario de estos hechos. También en 2015 conocí a Manuel Cáceres, un verdadero experto en esta historia.

Humberto da Silva Delgado: General de aviación y político portugués, nacido en Torres Novas el 15 de mayo de 1906 y muerto cerca de Olivenza (Badajoz) en el camino de "Los Almerines", el 13 de febrero de 1965; tras una brillante carrera militar, constituyó la principal oposición a Salazar hasta que fue muerto por la policía política portuguesa (PIDE) en la frontera hispano portuguesa.


Humberto Delgado y Arajaryr Campos



El 24 de abril de 1965, dos jóvenes pastores, José Fejo y José Felipe Cayero, descubrían, en un atajo solitario a seis kilómetros al sur de Villanueva del Fresno (Badajoz) y a escasamente tres kilómetros de la frontera portuguesa, los cadáveres, en adelantado estado de descomposición, de un hombre y una mujer. El 8 de mayo, el juez español Crespo Márquez, encargado de las investigaciones, identificaba oficialmente los dos cadáveres, el «ciudadano portugués Humberto Delgado» y su secretaria, la súbdita brasileña Arajaryr dos Campos. Era el desenlace de un primer misterio -el de la desaparición de Humberto Delgado desde mediados de febrero del mismo año- y el inicio del proceso más largo y complicado de búsqueda de la verdad en relación con su asesinato.

Una complicada estratagema, tejida por la P.I.D.E. (Policía Internacional y de Defensa del Estado), hace que Humberto Delgado deje su sede de operaciones en el 118 Boulevard Salah Bonakouir para llegar a Badajoz el 12 de febrero de 1965. Sigue un itinerario por Marruecos, pasa a la ciudad española de Ceuta y, desde allí, en el barco de la Transmediterránea, arriba a Algeciras, con su secretaria brasileña. Luego, un taxi les acerca a Sevilla, donde intentan pasar por turistas. Sin embargo, un mensaje en clave llega a las oficinas de la PIDE en Lisboa: “Aquí Sevilla: el equipaje llegó bien”. Están estrechamente controlados.

En Badajoz, el líder de la oposición portuguesa y Arajaryr Campos entran por separado en el Hotel Simancas. Él queda registrado como “Lourenço Ibáñez“, de profesión comerciante, con pasaporte argelino. Ella, con su pasaporte brasileño auténtico, como secretaria.

Hubo otros extranjeros alojados esa noche en el Hotel llamados -o encubiertos- bajo los nombres de Slatte, Renoust, Wanner Blower, Van der Loty, Benelet, Hazan, Britto, Manolo y Ramon Ricart Ricart, sobre los que la policía dice "...se perfilan como sujetos de peligrosa actividad, amparados en ficticias nacionalidades y seguramente introducidos en España de forma plenamente ilegal..."




Engañado por agentes de la policía política salazarista, Delgado es atraído a la frontera entre España y Portugal para reunirse con supuestos opositores al Estado Novo que habían huido a España, pero en el punto de reunión un comando de la PIDE liderado por Antonio Rosa Casaco le traslada con engaños desde Badajoz a la cercana localidad de Olivenza, y allí Delgado muere asesinado con su secretaria brasileña, en febrero de 1965. Los restos fueron enterrados en territorio español cerca de Villanueva del Fresno.

En 1990 fue nombrado de forma póstuma Mariscal de la Fuerza Aérea. Su cuerpo está hoy en día en el Panteón Nacional de Portugal.


Frontera Portuguesa de S. Leonardo, cerca de Villanueva del Fresno

Frontera Portuguesa de S. Leonardo, cerca de Villanueva del Fresno


Seguidamente podéis ver unas fotos tomadas por mi, del lugar donde fueron enterrados los cadáveres, y en la que fue levantado un monumento en recuerdo, y colocadas sendas placas conmemorativas con ocasión del 30, 40, y 50 aniversario de su asesinato.


indicación en la carretera BA-143 de Villanueva del Fresno a Valencia del Mombuey



placa conmemorativa del 30 aniversario en 1995

placa conmemorativa del 30 aniversario en 1995


monumento conmemorativo en el 40 aniversario año 2005

monumento conmemorativo en el 40 aniversario año 2005

monumento conmemorativo en el 40 aniversario año 2005

placa conmemorativa en el 50 aniversario año 2015,
junto al lugar donde fue hallada la fosa

placa conmemorativa en el 50 aniversario año 2015


En el cementerio de Villanueva del Fresno estuvieron enterrados provisionalmente los cadáveres, hasta que fueron identificados y en su día repatriados.


Cementerio de Villanueva del Fresno


Para saber más sobre esta historia, recomiendo la lectura de dos libros editados en España (edición a cargo de: Juan Carlos Jimenez Redondo) "El caso Humberto Delgado. Sumario del proceso penal Español", y "El otro caso Humberto Delgado. Archivos policiales y de información".




También recomiendo ver la película estrenada a finales del 2012 "Operação Outono" (en Portugués), dirigida por el cineasta Bruno de Almeida, que ha vuelto a poner el caso de actualidad y ha sacado a la luz algunos puntos oscuros del proceso judicial que, tras la Revolución de los Claveles, se celebró contra los agentes secretos implicados en el crimen. La película, basada en la monumental biografía publicada por el nieto de Delgado, Frederico Delgado Rosa, "Biografía do general sem medo", constituye una reconstrucción meticulosa y milimétrica de la trampa dispuesta por la PIDE para acabar con el general.





MUY IMPORTANTE:

En Febrero de 2015 y conmemorativo del 50 aniversario publiqué en el blog un artículo similar al de hoy, del que quiero destacar los comentarios recibidos (entorno a 100)que podéis leer al final del articulo, y que os permitirá conocer muchos pormenores de esta historia. Muchos interrogantes, y respuestas de un experto en este asunto, como es D. Manuel Cáceres. aquí

También, en otro enlace de la misma fecha, podéis ver un reportaje fotográfico (67 fotosla mayoría inéditas, todas facilitadas igualmente por D.Manuel Cáceres. aquí

domingo, 9 de febrero de 2025

Capilla del Rosario o de Álvaro Martín, Ermita del Cristo de la Reja (antiguo convento de San Benito) - Segura de León

Ya en alguna ocasión hemos tratado en el blog sobre la Ermita del Cristo de la Reja, que se ubica en parte de lo que fue el antiguo Convento de San Benito (ver aquí), pero nunca antes había podido visitar las dos capillas que se encuentran junto al altar mayor, una la "capilla de los Ramírez", y otra "la Capilla del Rosario o de Álvaro Martín".

Hoy vamos a tratar sobre esta última capilla, que pude visitar junto al amigo Francisco Aguilar el pasado día 2-2, ya que, con motivo de una visita programada con la oficina de Turismo al Claustro del Convento de San Benito (ver aquí), circunstancialmente coincidimos con José Aradillas, que junto a su hermano es el encargado de apertura y cierre de la ermita, quien nos dio todo tipo de facilidades para acceder a la Capilla del Rosario, (habíamos visto un cartel de su reciente restauración). Vaya nuestro agradecimiento por la amabilidad, y disposición en las explicaciones que sobre la restauración nos dieron.

En la capilla del Rosario o de Álvaro Martín, ha sido recientemente restaurado (por la empresa Recar / Gesrecar.es) uno de los dos retablos allí existentes, en concreto el de la Virgen del Rosario.


Ermita del Cristo de la Reja


Interior de la Ermita

Capilla del Rosario o de
Álvaro Martín




¿ Pero Quien era Álvaro Martín ?



Álvaro Martín será uno de los muchos segureños que en el S. XVI deciden cruzar el océano Atlántico para “hacer las Américas”. Su destino final sería la ciudad de Panamá, donde desarrollaría sus negocios. No se tienen evidencias concretas de los negocios que tenía en ultramar, pero sí que debieron irles bastante bien, dadas sus actas testamentarias.

Tras los años en los que su vida y sus negocios se encuentran en Indias, volvió inmensamente rico y todo da a entender que aún vivió un buen número de años en su pueblo natal. De hecho, la inmensa mayoría de los bienes mandados se localizan en Segura de León y su término.

Sin hijos, legó una cuantiosa fortuna a sus familiares (sus hermanas Leonor y María, sus sobrinos y esclavos) y a las instituciones religiosas locales, como lo fueron la parroquia, los dos conventos franciscanos especialmente el de San Benito en el que construyó su capilla funeraria, así como las ermitas de San Roque y Santiago.

Fueron numerosas las limosas que destinaría al Convento franciscano de San Benito, de Segura de León. La más importante será la recibida en los primeros años del S.XVII, un total de 1.600 ducados.

“que ofrecí dar por el sitio de la capilla, los cuales cobró el dicho convento en la ciudad de Sevilla”. “Y sin eso he dado mucha más cantidad hasta acabar el cuarto que se labró en el dicho convento”.

Los francisanos debían emplear esta cuantía en la edificación de una capilla, así como la construcción de dos retablos: Uno dedicado a San Martín, haciendo claramente referencia al fundador de la capilla, y otro dedicado a la Virgen del Rosario.

Como hemos dicho, la capilla del Rosario o de Álvaro Martín del Convento franciscano también cumple la función de capilla funeraria haciendo efectivo su deseo:

“Y quiero ser enterrado en mi capilla de Nuestra Señora del Rosario que está en el convento de San Francisco, extramuros de esta villa”.

Como se puede ver en el suelo de su capilla, allí se sepultarían sus restos, los de sus hermanas Leonor y María y los de su herederos, según consta en inscripción que orla la lápida sepulcral:



ESTE ENTIERRO
ES DE ÁLVARO MARTÍN REGIDOR
Y HERMANAS
Y HEREDEROS.
1605


La lápida está fechada en 1605, fecha que coincide con la finalización de las obras y ornamentación de la capilla, no con la del fallecimiento del Indiano, cuya muerte está fechada después de 1622.

Sus devociones por la Virgen del Rosario y por San Martín (San Martín de Tours) aparecerán efigiadas en los dos retablos de la capilla. El del Rosario, obra de Luis Hernández y García de Mena y el de San Martín, que es atribuido a Diego de Dueñas.


A la derecha retablo de la Virgen del Rosario
de frente: Retablo de San Martín

Retablo de la Virgen del Rosario

Retablo de San Martín


En el retablo de la Virgen del Rosario se tallaron la imagen de la Virgen titular, de bulto redondo, y en alto relieve las de San Miguel, San Rafael, San Antonio de Padua y San Diego, y a pincel Santa Ana, La Quinta Angustia, los Difuntos y el tema clásico de la imposición de la casulla de San Ildefonso.

Álvaro Martín se hizo retratar precisamente en el lienzo de la Quinta Angustia, muestra de que tal devoción debía ser la más querida de cuantas señala en el testamento y en las tallas y lienzos de su despliegue devocional.


Retablo de la capilla del Rosario

Retablo de la capilla del Rosario

Retablo de la capilla del Rosario

Retablo de la capilla del Rosario


A la izquierda (parte inferior) retrato de Álvaro Martín


Álvaro Martín, en actitud orante y vestido de gala y con un rico cordón de oro sobre el pecho


Parte inferior, Leonor y María, las hermanas de Álvaro Martín


Sus hermanas. Aparece Leonor ricamente ataviada y enjoyada, frente a su hermana María, que por su condición de beata lo hace con hábito de terciaria y apenas un sencillo rosario entre sus manos.





En el segundo retablo (de San Martin), se pintaron las imágenes de San Martín de Tours, Santa Lucía y otra que creemos de San Lázaro, que no aparece relacionado en las devociones de las fiestas fundadas. 

El retablo, cuyo asunto central lo ocupa todo un lienzo en el que se representa la conocida escena de San Martín partiendo con la espada su capa para darle un trozo a un mendigo semidesnudo y lisiado, que se apoya en dos muletas. El jinete aparece vestido no con el uniforme de soldado romano de la biografía del santo, sino con un vestuario de la época en que vivió Álvaro Martín, como también hiciera el Greco cuando trató este mismo tema.


Retablo de San Martín

¿ San Lázaro ?

Santa Lucia


El ático está ocupado por el alma corporeizada de San Martín, pero en realidad alude claramente a Álvaro Martín, con las manos juntas en actitud de oración y aupado al cielo por ángeles, en un espacio rematado por la imagen de la Trinidad sobre nubes y rodeada de ángeles. El desnudo de este alma-cuerpo se cubre con una sutil vestidura como de gasa trasparente.


Alma corporizada de San Martín-Álvaro Martín


En la parte central, se hizo representar a caballo, vestido lujosamente, de lo que sería trasunto la donación de su testamento: Un sombrero con cintillo de oro, un herreruelo (capa corta) de gorgorán de felpa con su aforrado, vestido de terciopelo negro, con otro de paño negro, ropilla y calzón, herreruelo negro, calzas enteras. Todo fue mandado a Gonzalo Espinosa, heredero de su regiduría.


En la parte baja estaba la inscripción


Bajo el óleo y en la parte que toca ya con el altar hubo la siguiente inscripción, y en ella, como en el cuadro, se maneja hábilmente la equivocidad entre Martín y San Martín. Dice así:

MARTÍN SI VOS LE ESTAIS DANDO - LA CAPA AL POBRE EN EL SVELO
BVESTRA ALMA SVBEN AL CIELO - MVCHOS ANGELES CANTANDO.
PEDID A DIOS EN LLEGANDO - POR ESTE BVESTRO DEBOTO
QUE ES MARTIN Y ES MANIROTO - Y EN CARIDAD OS IMITA
QVE BVESTRA REGLA BENDITA - HIÇO DE GVARDALLA BOTO

Que se presuponía ganada la salvación eterna de tan rico donante queda demostrado en dos testimonios, uno pictórico y otro literario. El primero es la representación corpórea del alma de San Martín-Álvaro Martín, llevada en volandas por los ángeles a los pies de la Trinidad, es decir, a lo más profundo de los cielos. Es la recompensa por su vida de caridad, vida que imita Álvaro Martín, que, por tanto, tendrá el mismo premio que el santo de Tours, como queda expresado en la décima señalada en el punto anterior.  Hoy casi borrada, fue recogida en 1923 por el historiador local Antonio Casquete Hernando en su monografía sobre el Cristo de la Reja y el convento franciscano


Representación corpórea del alma
de San Martín-Álvaro Martín


Por si la iconografía no lo hubiera dejado claro, el santo del lienzo central del retablo no es otro que San Martín de Tours, en el momento de partir su capa con un pobre. Tanto el rostro del caballero pródigo como la del alma corporizada son indudablemente los del donante. La décima informa además del voto personal del Indiano de practicar la regla bendita de la caridad cristiana.
Fuente: Andrés Oyola Fabián / Excmo. Ayuntamiento de Segura e León..


Para más información:
  • Atribución del retablo de San Martín a Francisco de Dueñas - Andrés Oyola Fabián ---> aquí
  • El doble testamento del indiano Segureño Álvaro Martín - Andrés Oyola Fabián ---> aquí

jueves, 6 de febrero de 2025

Amieira do Tejo e as Jans, as tecedeiras mágicas (Leyenda de as Jans, las tejedoras mágicas)

El 31-1-2024 visité por primera vez Amieira do Tejo para recorrer una preciosa ruta de senderismo denominada "Trilho da Barca d’Amieira / Passadiços de Nisa - (PR11-NIS)" de la cual traté en mi blog (ver aquí). También aproveche para visitar esa pequeña población donde destaca su castillo y adosado al mismo, la capilla de São João Baptista (ver aquí).

De dicha localidad me quedó por ver La Capilla del Calvario (que en esa fecha, y todavía en la actualidad está cerrada por obras).

Ahora un año después volví a esa zona junto a unos amigos, para realizar la ruta Trilho da Barca d’Amieira / Passadiços de Nisa, y aproveché para acercarme a la capilla del Calvario, junto a la que se encuentra un conjunto escultórico donado por el artista Carlos Henrich a "Terra de Jans"


Conjunto escultórico en homenaje as Jans, junto a la Capilla del Calvario


¿ Pero que, o quienes son as Jans ?,  Conozcamos su leyenda:

As lendas mais incríveis de Amieira do Tejo são sobre as Jans, as fadas que à noite tecem o melhor dos linhos - desde que apenas seja deixado um bolo ao lado do linho puro que precisa de ser trabalhado. Se não se deixar nada, encontram-no queimado ao acordar.

Las leyendas más increíbles de Amieira do Tejo son las de las Jans, las hadas que tejen el mejor lino por las noches, siempre y cuando se les deje una tarta junto al lino puro que hay que trabajar. Si no se le deja nada, lo encontrarán quemado cuando despierten.

Como explicar, hoje, que uma tradição oral que já poucos evocavam, no final do século XIX, se mantenha viva na memória dos habitantes de Amieira do Tejo e tenha, ainda hoje, um lugar central no seu património imaterial ? Ninguém, aqui, esqueceu que, antigamente, para se ter uma peça de linho, tecida pelas Jans, era preciso deixar, à noitinha, as meadas a tratar, junto a um bolo de farinha de trigo cozendo na lareira. A horas mortas as Jans apareciam, descendo pela chaminé e fiavam, coravam, urdiam e teciam o linho, desaparecendo em seguida, depois de terem comido o bolo ofertado. Porém se, quem pedia ajuda, se esquecesse de colocar o bolo, ao pé do linho, este aparecia queimado pela manhã.

¿Cómo explicar hoy que una tradición oral que pocos evocaban a finales del siglo XIX siga viva en la memoria de los habitantes de Amieira do Tejo y siga teniendo hoy un lugar central en su patrimonio inmaterial ? Aquí nadie ha olvidado que, antaño, para tener un trozo de lino tejido por las Jans, era necesario dejar los ovillos para que los trataran por la noche, junto a una tarta de harina de trigo que se horneaba en la chimenea. A última hora aparecían las Jans, que bajaban por la chimenea e hilaban, teñían, urdían y tejían el lino, y desaparecían después de haber comido la tarta ofrecida. Sin embargo, si la persona que pedía ayuda se olvidaba de colocar el pastel junto al lino, por la mañana aparecía quemado.

Em Amieira do Tejo, no topo da colina do Calvário, com uma implantação privilegiada sobre a vila histórica, está a única homenagem evocativa àquelas mágicas tecedeiras. São sete figuras abstratas, de Carlos Henrich, em pedra granítica talhada, alçadas à condição de memória física de uma antiga lenda tradicional portuguesa que, só aqui, é recordada.

En Amieira do Tejo, en lo alto del cerro del Calvario, con una ubicación privilegiada sobre la ciudad histórica, se encuentra el único homenaje evocador a aquellas mágicas tejedoras. Son siete figuras abstractas, de Carlos Henrich, en piedra de granito tallada, elevadas a la condición de memoria física de una antigua leyenda tradicional portuguesa que sólo aquí se recuerda.


Capela do Calvario

Conjunto escultórico en homenaje as Jans

Conjunto escultórico en homenaje as Jans

Conjunto escultórico en homenaje as Jans


Um sapato gigante para sete Jans: Junto às esculturas que protagonizam as Jans, como complemento, um gigantesco pé em pedra vem evocar o fabuloso encontro de um sapateiro com aquelas.

Diz-se que o homem, querendo ver as Jans, escondeu-se e esperou que viessem tratar o linho. Como previsível a horas mortas, aquelas apareceram na chaminé e, ou o sapateiro se denunciou, ou elas o detectaram. Uma interpelou-o e, estendendo um dos seus pés, perguntou-lhe se ele sapateiro tinha alguma forma para ele. O sapateiro respondeu-lhe afirmativamente e preparou-se, de boa vontade, para lhe tomar medidas e fazer-lhe uns sapatos.

Foi, então, que o pé da Jam começou a crescer, a crescer sem parar, atingindo tal tamanho, que o sapateiro tomado de espanto e susto lançou-se a fugir, ouvindo, até muito longe, a Jam a repreende-lo rispidamente pelo seu atrevimento e curiosidade.

Zapato gigante para as Jans


Un zapato gigante para siete Jans: Junto a las esculturas protagonizadas por las Jans, a modo de complemento, un gigantesco pie de piedra evoca el fabuloso encuentro entre un zapatero con ellas.

Se dice que el hombre, queriendo ver a las Jans, se escondió y esperó a que vinieran a tejer el lino. Como era de esperar en un abrir y cerrar de ojos, aparecieron en la chimenea y descubrieron al zapatero que estaba escondido. Una le habló y, extendiendo uno de sus pies, le preguntó si el zapatero tenía alguna horma para ella. El zapatero le respondió afirmativamente y de buen grado se dispuso a tomarle medidas y hacerle unos zapatos. Fue entonces cuando el pie de la Jan comenzó a crecer, creciendo sin parar, alcanzando tal tamaño que el zapatero, tomado por el asombro y el miedo, salió corriendo, escuchando, a lo lejos, a Jam reprendiéndolo duramente por su audacia y curiosidad.


Amieira do Tejo e as Jans dos tempos remotos: