domingo, 10 de noviembre de 2019

Aldeia de São Gregório (Portugal)

Cerca de Borba, y más concretamente de Rio de Mohinhos (a escasos 60 Km.de Badajoz), nos encontramos un lugar con encanto: Aldeia de São Gregório.


Aldeia de São Gregório (fuente: Google Maps)

Aldeia de São Gregório (fuente: Google Maps)


Primero se construyó la ermita en el siglo XV, perteneciente a la Orden de Avis, y después llegaron las casas de la aldea. Todo ello levantado en honor de San Gregorio Magno, Papa del siglo VI que cristianizó muchos ritos paganos, entre ellos, el culto endovélico, que se extendía a lo largo de la vecina Ribeira de Lucefecit.

Debido a su privilegiado asentamiento, São Gregório, propiedad del noble don Luís Galvão Countinho Freire, fue una próspera villa donde vivieron hasta un total de 40 paisanos que se dedicaban al trabajo de las fértiles tierras del alrededor, hoy plantadas de viñedos.

São Gregório es una aldea de cuento pintada de blanco y azul. Las casas tienen poyos de piedra pegados a la pared, se ven tinajas con plantas, muros gruesos, muchas flores, mesas de madera bajo las parras y algún rusticismo añadido, como unas ruedas de madera. Es un lugar para ser pintado con acuarelas, para ser fotografiado, para ser habitado, algo que se puede hacer reservando alguna casa en la aldea.

Las vistas de los viñedos son muy bonitas, líneas rectas de parras verdes que enredan la mirada. Hace 70 años, no había viñas por esta comarca. Fue en 1955 cuando se levantó en Borba la primera bodega del Alentejo. Ahí comenzó una revolución agrícola y enológica que ha situado los vinos alentejanos en el cuadro de honor de los tintos y los blancos portugueses. Esa revolución es la madre de este paisaje ondulado de viñedos que tanto sosiego transmite.

Poco se imaginaban los antiguos habitantes de este lugar levantado sobre una colina de la Serra d’Ossa que, tras convertirse en un pueblo fantasma a finales de los 80 del siglo pasado, acabaría siendo un lugar turístico. Porque a pesar del abandono que padeció durante décadas, la profunda pero respetuosa restauración a la que fue sometida durante dos años hizo posible que la Aldeia de São Gregório fuera inaugurada en el año 2001 como “Aldea de Turismo”, un alojamiento único en el que hacer un viaje al siglo XV.

Aldeia de Sao Gregório cuenta con cuatro casinhas rústicas con capacidad para dos, cuatro o cinco personas que pueden alquilarse y que responden a nombres como O Tarro, Padaria, Casa Grande y Casa da Vinha.

Seguidamente podéis ver unas fotos tomadas durante mi visita a este idílico lugar el pasado día 30-10 



Aldeia de São Gregório

Ermita de São Gregório














Ermita de São Gregório

Ermita de São Gregório

Ermita de São Gregório


Ermita de São Gregório
















 





viñedos junto a la aldea

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