El pasado 26-1 publicamos en el blog una seria de fotografías con motivo de mi reciente visita a esta localidad (ver aquí ).
Hoy vamos a tratar nuevamente sobre Valencia del Ventoso, y en concreto sobre una inscripción que figura en su Escudo heráldico, y que pude ver en la fachada de su Ayuntamiento.
Fachada Ayuntamiento de Valencia del Ventoso |
Escudo Heráldico de Valencia del Ventoso |
El proyecto de Escudo de Armas del Ayuntamiento de Valencia del Ventoso fue aprobado e informado favorablemente por la Real Academia de la Historia en su sesión del 22 de febrero de 1957. Finalmente
el Consejo de Ministro, en su reunión del 5 de abril de 1957, autorizó
el escudo heráldico del Ayuntamiento de Valencia del Ventoso mediante un
Decreto del Ministerio de la Gobernación que se publicó en el Boletín
Oficial del Estado nº 105 de fecha 18 de abril de 1957.
En el escudo de la localidad figura la bordura con la inscripción “TERMINUS AUGUSTALIS FINIS EMERITENSIUM”,
que hace referencia a la inscripción grabada en una piedra
encontrada muy cerca de la población, en los “Altos de Solaparra”, que
indicaba el límite en época de la dominación romana del término de
Emérita Augusta. Esta piedra se encuentra actualmente
depositada en el Museo Arqueológico de Badajoz.
foto obtenida de la la página valencia del ventoso.es (aquí) |
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División provincial de Augusto. Hispania queda dividida en tres provincias: Tarraconensis, Baetica y Lusitania. |
División provincial de Augusto: En el año 27 a. C., tras la conquista efectiva de la mayor parte de la Península, Octavio Augusto divide Hispania en tres provincias, llamadas Baetica, Lusitania y Tarraconensis.
Mientras las provincias Tarraconensis y Lusitania eran provincias imperiales (lo que suponía que era el propio emperador quien nombraba a sus gobernadores) debido a su mayor conflictividad, la Bética era una provincia senatorial, al ser menos conflictiva, y era el senado el que nombraba los gobernadores de esta última. Con pocos cambios, sería la división provincial de Augusto la que perduraría durante prácticamente todo el periodo imperial, ya que la siguiente gran división, la de Diocleciano, sucedería menos de cien años antes de la invasión de Hispania por las tribus bárbaras.