viernes, 28 de septiembre de 2018

Conventual Santiaguista e Iglesia Parroquial - Calera de León (Badajoz)

El pasado 17-9 tratamos en el blog sobre el Monasterio de Tentudía (ver aquí ), y posteriormente en una entrada de fecha 19-9, sobre el Retablo del Monasterio, con motivo de cumplirse en 2018, el V Centenario de su construcción (ver aquí).

Hoy completamos la información y el reportaje fotográfico de mi visita por la zona el 26-8, con el Conventual Santiaguista y la Iglesia Parroquial de Calera de León.

Los orígenes: El origen de este monumento estuvo en las adversas condiciones que la climatología reinante en lo alto de la sierra imponía a la comunidad religiosa que residía en el convento de Santa María de Tudía, o Tentudía. Pensando en el traslado de la misma, la Orden de Santiago decidió construir otro convento adosado a la iglesia parroquial de La Calera, para que ésta fuese compartida por los habitantes del concejo y los religiosos del convento. La resolución pertinente se tomó en el Capítulo General iniciado en el Monasterio de San Pablo de Valladolid en febrero de 1527, bajo la presidencia del emperador Carlos V.

El Conventual Santiaguista de San Marcos fue construido principalmente de granito y mampostería en el que se mezclan el gótico tardío y el renacimiento, sirviendo como residencia a los Caballeros que habitaban en Tentudía. Albergó durante cuarenta años el Colegio de San marcos de León, que la Orden trasladó desde la capital del antiguo reino en 1562, de aquí su nombre.

De su estructura podemos destacar el claustro central construido con piedra granítica y su columnata con sus dos plantas y una balaustrada completamente tallada y cerrada, o sus instancias monacales más nobles que se encuentran en la planta inferior.

La planta baja del edificio estaba dedicada a las estancias comunales del convento, y la planta alta, a las celdas de los monjes. En ella podemos acceder, a través del coro, a la Iglesia.

Profanación y Expolio: El siglo XIX fue nefasto para el conjunto arquitectónico; en los primeros días del año 1811 sufrió la barbarie de la guerra cuando los soldados franceses llegaron a Calera y se aposentaron en el Convento. No tardaron en pasar a la iglesia parroquial forzando puertas de comunicación y quemando cuanto encontraron a su paso en aquellos fríos días de invierno, llegando a profanar el Sagrario y el panteón de los sacerdotes. Dentro del mismo siglo, el conjunto monumental se vio afectado por las desamortizaciones, operaciones político-económicas que perjudicaron seriamente el futuro de los edificios. Éstos perdieron las rentas que disfrutaban y el Estado llegó a confiscar el Conventual para venderlo luego a distintos vecinos. 

Intentos de desmontar el Claustro: En junio de 1930, los propietarios del Conventual vendieron sus parcelas a una persona que actuaba en España como testaferro del millonario y coleccionista americano William Randolph Hearst. Los “hombres de paja” de este coleccionista de antigüedades trataron de desmontar el claustro y las bóvedas del Conventual para embarcarlas rumbo a Estados Unidos. El expolio se inició quitando la techumbre y fue en esos momentos cuando la población se levantó contra semejante atropello, impidiendo así el calculado despiece del edificio y denunciando los hechos a la autoridad gubernativa.

Gracias a esta reacción, que tuvo apoyos políticos en Badajoz y Madrid, pudo salvarse el señero edificio de Calera, consiguiéndose también para el conjunto monumental el reconocimiento de Monumento Histórico-Artístico en junio de 1931. No obstante, la fragosa batalla judicial por la recuperación y propiedad del mismo no terminó hasta finales de 1934, gracias a la cual el Conventual santiaguista de Calera de León pasó a manos del Estado; se trató entonces de reponer las techumbres del mismo, pero el dinero librado resultó insuficiente para esa tarea y las dificultades surgidas durante la guerra civil vinieron a empeorar la situación. 

Abandono y puesta en valor: La iglesia parroquial se mantuvo gracias al municipio, pero en defensa del maltrecho Conventual nadie acudió hasta los años setenta del pasado siglo gracias a las intervenciones de la Dirección General de Bellas Artes. En la siguiente década, se acometieron obras de mayor envergadura para recuperar arcadas y muros del claustro, así como las techumbres de éste y de la iglesia. Operaciones que resultaron fundamentales para la conservación del conjunto, pero éste necesitaba un nuevo impulso si se quería poner en valor la importancia artística del mismo. Después de numerosas gestiones, tratando de convencer y concienciar a directivos de organismos e instituciones, las obras de la última restauración comenzaron a finales de 2007, dándose por terminadas en la primavera de 2010. Gracias a ellas, el conjunto monumental muestra en la actualidad el esplendor de sus mejores tiempos.
Fuente: Tentudía, 2010 (Autor: López Fernández, Manuel)


Conventual Santiaguista











sala Capitular


Claustro

Claustro

sala de Profundis y Refectorio






Claustro

 



 

al fondo la sierra de Tentudía vista desde el Conventual

Claustro (planta alta)

Claustro

Claustro


 

celdas de castigo

entrada desde el Conventual, al coro de la Iglesia

Iglesia, vista desde el coro


Iglesia Parroquial

Adosada al claustro se encuentra la Iglesia de Santiago Apóstol. En su construcción se utilizó la mampostería, el ladrillo y la piedra de sillería. Su fachada es bastante irregular presentando una composición volumétrica, contrafuertes adosados, y una espadaña barroca del dieciocho.

Se trata de una obra gótica tardía, de finales del XV, es de una sola nave, de gran amplitud, con cuatro capillas hornacinas en el lateral de la Epístola, sacristía y la capilla bautismal, hoy de Sagrario. Se cubre con bóveda de crucería en forma de estrella. La portada principal del templo es renacentista, adintelada, con cuatro columnas toscanas y hornacinas vacías en los intercolumnios, cuatro flameros por coronamiento y tímpano en arco. La del lado del Evangelio es gótica, perfilada en dintel, con dos cuartos de círculo y hornacina vacía. El retablo mayor está constituido por ocho lienzos de Eduardo Acosta que representan a los cuatro evangelistas, escenas de la batalla de Tentudía, con la aparición de la Virgen a Pérez Correa, y coronando el conjunto la figura ecuestre del Apóstol Santiago. 
Fuente: Wikipedia







Retablo Mayor

Retablo Mayor

Virgen de Tentudía

Virgen de Tentudía

Virgen de Tentudía












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