lunes, 30 de julio de 2018

Palacio Nacional da Pena - Sintra (Portugal)

El Palacio Nacional da Pena (en portugués Palácio Nacional da Pena) fue una de las principales residencias de la familia real portuguesa durante el siglo XIX y a la vez constituye una de las máximas expresiones del estilo romántico del siglo XIX en Portugal. Se encuentra en la freguesia de São Pedro de Penaferrim en la ciudad de Sintra. El palacio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995.


Palácio Nacional da Pena - Sintra


Situado en la zona oriental del Parque da Pena, en cuyo interior se localiza la rampa que el Barón de Eschwege mandó construir para acceder al edificio acastillado, se estructura a partir de dos alas o áreas: el antiguo convento manuelino de la Orden de San Jerónimo y el ala edificada en el siglo XIX por iniciativa del rey Fernando II. Estos cuerpos están rodeados por una tercera estructura arquitectónica: una fantasía de castillo con paseos de ronda, merlones, almenas, torreones, un túnel de acceso y un puente levadizo.

En 1838, Fernando II compró el antiguo convento de los monjes jerónimos de Nuestra Señora da Pena, erigido en 1511 por Manuel I y deshabitado desde 1834, tras la extinción de las órdenes religiosas. El convento estaba formado por el claustro y sus dependencias, la capilla, la sacristía y la torre campanario, que constituyen hoy día el núcleo norte del Palacio, también llamado Palacio Viejo.

La transformación del edificio Jerónimo en residencia fortificada pone de manifiesto la fuerte influencia del romanticismo alemán en el rey, quien probablemente se inspiró en los castillos de Stolzenfels y Rheinstein, a orillas del río Rin, y en el palacio de Babelsberg, ubicado en el parque homónimo dentro de la ciudad de Potsdam. Las obras del Palacio da Pena terminaron a mediados de la década de 1860, aunque más tarde se llevaron a cabo intervenciones decorativas en el interior. 

Durante la restauración de 1994 se repusieron los colores originales del exterior del conjunto palatino: rosa viejo para el Palacio Viejo y ocre para el Palacio Nuevo.

Fernando II hizo asimismo plantar el Parque da Pena en el entorno del Palacio, con caminos sinuosos, pabellones, bancos de piedra, árboles y plantas procedentes de todo el mundo, aprovechando el clima húmedo de la sierra de Sintra y creando de raíz un parque exótico con más de quinientas especies arbóreas, acorde con el gusto de los jardines románticos de la época.
 
Seguidamente podéis ver unas fotos tomadas durante mi visita a este magnifico lugar el 27 de Octubre de 2016:
 
 

















 
 


























Castelo Dos Mouros, visto desde el Palacio Nacional da Pena

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