Ahora que han terminado las fiestas de 2017, vamos a ver lo que decía la prensa de 1899 (hace 118 años) sobre las fiestas de Septiembre en Bodonal.
El periódico La Región Extremeña del 15 de Septiembre de 1899 publica lo siguiente:
La Región Extremeña 15-9-1899 |
Las fiestas de Bodonal
Han terminado las alegres fiestas de Nuestra Señora de Flores, que celebran anualmente los vecinos de Bodonal: hubo en ellas gran animación, debido solo al vecindario, que para obsequiar a los forasteros que han venido a participar de las mismas, no han perdonado medio alguno. Los señores Claros Jimeno, dieron reuniones en las que tocó el piano admirablemente la simpática y graciosa señora Elena Marquez, de Cabeza la Vaca, bailando las populares sevillanas mejor, si cabe que en Andalucia, las bellas señoritas Feliciana Claros y Rosario Megia, ésta acompañada de su hermano D.Luis y de la lindísima y elegante Srta. Gertrudis Garcia Carrasco de Monesterio. También hemos tenido entre nosotros la hermosa y distinguida Srta. Carmen Romero de Castilla, futura consorte del joven e ilustrado abogado D. Francisco Claros y Claros. En el baile dado por los obsequiosos y amables jóvenes de este pueblo, no se escaseó nada, para que resultara perfectamente adornado el local de la escuela de niñas, elegido como más a propósito para las fiestas.
Concurrieron las señoritas antes citadas, las de Quintanilla, Aurelia y Feliciana, de Fuentes de León; las de Lergo y Pérez, de Segura de León; las de Dominguez, de Fregenal; la de Garrido, de Higuera la Real; la de Navarro, de Valencia del Ventoso y la de Mateos de Calera de León. De Bodonal concurrieron las señoras Dª Paulina Claros, Dª Ana Burgos, doña Bernardina Navarro y las bellas y graciosas señoritas Reyes Castilla, Mercedes Arias, María y Emilia Lopez, María Navarro, Dolores y Julia Garrido, Dolores y Remigia Amaya, Matea Contreras, Eugenia y Felisa Rodriguez y la simpática niña que por primera vez concurrió á a los bailes Ana P. de Guzmán.
Los jóvenes que no perdonaron medio para darle mayor esplendor al baile, fueron Paco Garrido, Francisco R. Arias, Paco Claros P. de Guzmán, Alvaro y Abel Castilla, José Lergo, Antonio López y Federico Quintanilla; forasteros había muchos; allí vimos á Juanito Viera, de Higuera la Real, D. José Pérez, de Cabeza la Vaca; Antonio Cordón, de Fregenal, y casi todos los del pueblo de Segura de León.
La concurrencia era, pues, tan numerosa, que apenas se podía bailar; y la animación fué grandisima, viéndose retratada la alegría en el rostro de todas las personas que asistieron a la fiesta; las damas quedaron agradecidas a las atenciones de que fueron objeto.
Concluido el baile surgió un incidente personal entre el joven D. Juan Viera y otros, cuyo lance quedó solucionado por la mediación del abogado D. José Pérez, que con sus convincentes razones logró terminar el asunto, marchando todos unidos á dar serenata á las señoritas que asistieron al baile.
Las autoridades no hicieron nada, ni por nuestra hoy pobre patrona, ni por animar la población con la banda de música, como otras veces lo han hecho, subvencionando á la cofradia. Los fuegos artificiales fueron rematadamente malos y pocos. Las corridas de toros, efectuadas por subasta, procedimiento nuevo en esta villa, para que el rematante, primo del señor Alcalde tuviera grandes rendimientos, no pasaron de regulares, no por los bichos, que fueron muy bravos, sino por la mala dirección de la plaza, d0onde dicho sea de paso, está muy incomodo el público. Este fue víctima de los abusos que la empresa cometió con él ó sea con los que se mostraron impacientes por entrar en la plaza; los demás, viendo la manera tan absurda de sacar dinero dichos empresarios, se llamaron andana, no queriendo ser explotados de este modo, hasta que á mediados de la función hubo una rebaja en los precios. ¿Como pues le parece á los lectores de La Región que trato de resarcir los perjuicios el Sr. Alcalde á su primo? Dejando que vendiera á el público la carne de los toros en estado de putrefacción á pesar de haberla denunciado y hecho retirar de la venta el Inspector de carnes. ¿No hubiera quedado mejor, V. Sr. Alcalde ante los ojos del público mejor, perdonando, si era posible, á su primo las cien pesetas de la contrata, quedándonos a comer carne oliendo tan mal como su administración les huele á los forasteros que vienen á visitarnos? Porque al fin, las cien pesetas se enjugarían como las dos mil ya célebres y propias de nuestra patrona, que aparecen gastadas en la plaza de toros y quizás resaltan ante nuestros ojos en otra parte.
CURANJINAS.
Bodonal 10 de septiembre de 1899.
Vaya con el articulista, el tal : "Curanjinas", de su lectura deja muy claro que no es seguidor del Alcalde, sino todo lo contrario. Por el seudónimo parece puede estar relacionado con la medicina. Saludos Juanjo
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