Encomienda: En Castilla y Aragón durante la Edad Media, se trataba de territorios, inmuebles, rentas o beneficios pertenecientes a una orden militar a cuyo frente se encontraba un caballero de hábito, denominado comendador que era nombrado por el maestre de la orden. Constituyeron auténticas circunscripciones de las órdenes.
Ya hablaremos en otra ocasión de la Encomienda de Bodonal, que junto a la de Fregenal e Higuera, eran las tres que en las tierras del sur de Extremadura poseía la Orden de San Juan del Hospital, tras la disolución de la orden del Temple.
Hoy vamos a tratar sobre uno de sus Comendadores, Pedro Nuñez de Villavicencio, al que el 29 de Abril de 1689 le fue concedida la Encomienda de Bodonal, otorgada en Malta por el Gran Maestre de la Orden de San Juan Fr. D.Gregorio Carafa
Pero ¿quien era el nombrado en 1689 Comendador de Bodonal? :
Pedro Núñez de Villavicencio (Sevilla 1644- Madrid, 1695) fue un pintor barroco español.
Nacido en Sevilla, era miembro de una destacada familia hidalga andaluza, en calidad de lo cual ingresó en 1660 como caballero de la Soberana Orden de San Juan de Jerusalén. Por ello debió trasladarse a la isla de Malta,
sede de la Orden y de su Gran Maestre, para realizar las pruebas como
caballero, desarrollando allí las preceptivas labores de intendencia y
también de tipo bélico (especialmente contra los turcos). De esa forma,
en 1668 alcanzó el grado de supervisor de soldados y, en 1672 llegaría al de capitano.
En lo artístico, antes de su incorporación a la Orden de San Juan y
partida hacia Malta, participó en la fundación y primer funcionamiento
de la Academia de Pintura y dibujo de Sevilla, que fundaran Murillo y Herrera el Mozo.
La culminación de la carrera como caballero de nuestro personaje tendría
su primer paso en 1689, cuando fue agraciado con el nombramiento de
comendador por parte del Gran Maestre de Malta, pasando a disfrutar de
las rentas de la encomienda de Bodonal de la Sierra (Badajoz).
Pocos años después, en 1692, fue designado secretario de la embajada de
la Orden de Malta. A partir de ese momento encontramos, salvo
descansos, a Núñez de Villavicencio en Madrid, ocupándose de los asuntos
de su Orden, reuniéndose con sus compañeros y tratando de asuntos de la
embajada. En un momento dado, en 1693 y 1694, incluso debió formar
parte de una comisión que acudió a entrevistarse con el rey Carlos II.
Seguramente de este momento data la entrega como regalo de la obra más
famosa que pintó y que, al pasar a la colección real, hoy se conserva en
el Museo del Prado: Juegos infantiles, o Niños jugando a los dados.
Se trata de un lienzo que, firmado pomposamente, declara a su autor
como hispalense y comendador de Bodonal. En él vemos el tratamiento
dulce y amable que Villavicencio da a los temas infantiles, derivado sin
duda de Murillo.
Niños jugando a los dados -1686, Oleo sobre Lienzo - Museo del Prado |
La obra pintada hace ahora 328 años está firmada en el pedestal de la columna, a la izquierda: Sr. D. P.o de Villavicencio fabt Com.or de Vodonal hisp.si.
algunos datos sobre este cuadro:
- Procedencia
- Colección Real (Palacio de la Zarzuela, El Pardo-Madrid, cuarto de su majestad, 1701, s.n.; La Zarzuela, pieza quinta, 1747, nº 51; Palacio Real Nuevo, Madrid, antecámara de la princesa, 1772, nº 974; Palacio Real Nuevo, Madrid, antecámara 2ª, 1794, nº 574; Palacio Real, Madrid, antecámara de la reina, 1814-1818, nº 574).
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