En el recorrido que el Arroyo del Pedruégano tiene por el término de Bodonal hay lugares de gran interés, algunos ya citados en este blog como El Puente de los 3 ojos (ver aquí), o el abrevadero - descansadero de Collantes (ver aquí), y otros que seguiremos describiendo en el futuro. Hoy siguiendo su cauce he visitado junto al amigo Juanjo "La Fuente del Mesto" y el "Molino de la Corujá".
Hoy hablaremos sobre el Molino de la Corujá, que como hemos comentado se encuentra en el cauce del Arroyo del Pedruégano dentro del término de Bodonal y situado en la finca La Corujá propiedad de las Monjas de Fregenal , cuya finca está arrendada en la actualidad a un vecino de Bodonal.
Las coordenadas de su ubicación son:
Latitud 38º 10' 34.29'' N
Longitud 6º 31' 54.89'' W
El molino (que se encuentra en muy buen estado) es de los que se denominan de rodezno y que sepamos es el único que actualmente se conserva en el término de Bodonal.
Los molinos se situaban en las riberas de ríos y arroyos de cauce regular a lo largo del año, estratégicamente levantados en las zonas donde el desnivel del río favoreciera la construcción de la captación de agua y la presa, y preferentemente en aquéllos no tan grandes que su posible desbordamiento supusiera la destrucción de la estructura. El río era una fuente de energía constante e ilimitada, de la cual se supo sacar el máximo provecho.
En cuanto al sistema de propiedad, estos ingenios solían pertenecer bien a algún convento o estamento clerical, sobre todo antes de las desamortizaciones del siglo XIX, bien a nobles u otros capitalistas. En los de menor tamaño se podía dar la copropiedad entre el molinero y un hacendado, quien generalmente vivía en la ciudad, al igual que se hacía con otros bienes como ganado o tierras. Era lo que se conocía por «comuña» o aparcería. También era frecuente la copropiedad entre los vecinos de algún pueblo de los llamados molinos «de común». Más modernamente los molinos ya pudieron ser de propiedad exclusiva del molinero, quien pagaba una contribución al Ayuntamiento, la «Matrícula Industrial».
Sobre el Molino de la Corujá no tengo datos que nos permita conocer su fecha de construcción, si bien en una publicación de 1849 de Pascual Madoz, que en su Diccionario Geográfico Estadístico Histórico, Tomo IV publicado en Madrid (que hemos comentado en alguna ocasión ver aqui) cita un molino harinero que bien podría ser el de La Corujá "...Industria y comercio: 7 tahonas, un molino harinero, otro de aceite; se ejercita algún comercio en el ganado de cerda, y se importa el vino y aceite de que escasea, celebrando en la ermita de Flores, un pequeño mercado ó velada el 8 de setiembre. Población: 420 vecinos, 1,680 almas."
Los molinos se situaban en las riberas de ríos y arroyos de cauce regular a lo largo del año, estratégicamente levantados en las zonas donde el desnivel del río favoreciera la construcción de la captación de agua y la presa, y preferentemente en aquéllos no tan grandes que su posible desbordamiento supusiera la destrucción de la estructura. El río era una fuente de energía constante e ilimitada, de la cual se supo sacar el máximo provecho.
En cuanto al sistema de propiedad, estos ingenios solían pertenecer bien a algún convento o estamento clerical, sobre todo antes de las desamortizaciones del siglo XIX, bien a nobles u otros capitalistas. En los de menor tamaño se podía dar la copropiedad entre el molinero y un hacendado, quien generalmente vivía en la ciudad, al igual que se hacía con otros bienes como ganado o tierras. Era lo que se conocía por «comuña» o aparcería. También era frecuente la copropiedad entre los vecinos de algún pueblo de los llamados molinos «de común». Más modernamente los molinos ya pudieron ser de propiedad exclusiva del molinero, quien pagaba una contribución al Ayuntamiento, la «Matrícula Industrial».
Sobre el Molino de la Corujá no tengo datos que nos permita conocer su fecha de construcción, si bien en una publicación de 1849 de Pascual Madoz, que en su Diccionario Geográfico Estadístico Histórico, Tomo IV publicado en Madrid (que hemos comentado en alguna ocasión ver aqui) cita un molino harinero que bien podría ser el de La Corujá "...Industria y comercio: 7 tahonas, un molino harinero, otro de aceite; se ejercita algún comercio en el ganado de cerda, y se importa el vino y aceite de que escasea, celebrando en la ermita de Flores, un pequeño mercado ó velada el 8 de setiembre. Población: 420 vecinos, 1,680 almas."
Molino de La Corujá en el arroyo del Pedruégano (jC 4-5-2013) Molino de La Corujá en el arroyo del Pedruégano (jC 21-4-2013) |
Sobre el Molino de la Corujá escribió un amplio articulo y realizó una entrevista A.Alvarez para la revista de San Isidro de Bodonal en el año 2010 que reproduzco en parte:
"...Se encuentra anclado en el cauce del arroyo Pedruégano o también conocido como arroyo de la villa..."
"...El de la Corujá es de los que se denominan de rodezno por su sistema de impulsión. Dispone de una presa construida en el cauce del arroyo para embalsar el agua y conseguir una diferencia de altura y volumen suficiente de agua, que a través de un canal que aún se conserva con diferentes compuertas, conducía la corriente hasta unos canales estrechos y de pendiente muy pronunciada, (las alcabuceras) por donde se hacia precipitar hasta un conducto más reducido y bien reforzado (el saetín), haciendo pasar el flujo del agua a gran presión por una rueda horizontal de cucharas (el rodezno) que al girar transmitía el movimiento a través de un eje vertical (el árbol) hasta el juego de piedras de moler (las muelas) y después de pasar por el rodezno, el agua volvía al cauce por el canal de retorno...."
"...La construcción, se encuentra bastante bien conservada, con sus bóvedas de paraguas en la planta baja, una gran cocina con la típica chimenea extremeña y las cuadras con bóvedas de cañón; también se pueden observar en buen estado las piedras de moler. En la planta alta las diferentes dependencias de la vivienda, sin bóvedas, con solerías de baldosas de barro también están en buen estado, así como curiosos chineros aprovechando los rincones de las estancias..."
En dicho articulo A. Alvarez entrevistó a Cruz Cid Cid (que en el momento de la entrevista tenia 86 años) que fue una de las últimas personas que trabajó en el molino de cuya entrevista destacamos lo siguiente:
P: ¿Que recuerda de cuando estuvo en el molino?
R: Mi padre tenia por entonces (década de los años 40/50) la finca de La Corujá arrendada y mientras mis otros hermanos se dedicaban a trabajar en otras labores del campo, yo era la encargada del molino junto con M.Luisa Maya que entonces trabajaba con nosotros y me ayudaba en la faena.
P: ¿Como se le cobraba a la gente por el trabajo de moler?
R: A maquila. Los hombres iban y llevaban los costales de trigo, las talegas que decían, y luego iban a recoger la harina. Yo ya no me acuerdo, creo que la fanega eran 46 kilos de trigo y nosotros nos quedábamos con cinco, me parece, por cada talega. Se llenaba el zaguán de sacos de trigo y una vez, cuando los años del hambre, los tuvimos que esconder en el horno porque venia la policía para llevárselo.
P: ¿En que temporada del año se molía?
R: Mientras estuviera el barranco corriendo estábamos todo el día moliendo, cuando se terminaba una talega se vaciaba otra en la tolva y caía por el ojo de la piedra de moler y sola se iba moliendo, la harina iba cayendo como en un cajón y de allí la echábamos al saco hasta que venían a por ella cuando querían.
Cuando se estropeaban las aspas de abajo, venia un hombre de Valencia que era carpintero y las arreglaba y la piedra de moler cuando se gastaba venían también y las picaban.
P: ¿De noche también se molía?
R: De noche no, se levantaba la compuerta y se paraba el molino.
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En dicho articulo A. Alvarez entrevistó a Cruz Cid Cid (que en el momento de la entrevista tenia 86 años) que fue una de las últimas personas que trabajó en el molino de cuya entrevista destacamos lo siguiente:
P: ¿Que recuerda de cuando estuvo en el molino?
R: Mi padre tenia por entonces (década de los años 40/50) la finca de La Corujá arrendada y mientras mis otros hermanos se dedicaban a trabajar en otras labores del campo, yo era la encargada del molino junto con M.Luisa Maya que entonces trabajaba con nosotros y me ayudaba en la faena.
P: ¿Como se le cobraba a la gente por el trabajo de moler?
R: A maquila. Los hombres iban y llevaban los costales de trigo, las talegas que decían, y luego iban a recoger la harina. Yo ya no me acuerdo, creo que la fanega eran 46 kilos de trigo y nosotros nos quedábamos con cinco, me parece, por cada talega. Se llenaba el zaguán de sacos de trigo y una vez, cuando los años del hambre, los tuvimos que esconder en el horno porque venia la policía para llevárselo.
P: ¿En que temporada del año se molía?
R: Mientras estuviera el barranco corriendo estábamos todo el día moliendo, cuando se terminaba una talega se vaciaba otra en la tolva y caía por el ojo de la piedra de moler y sola se iba moliendo, la harina iba cayendo como en un cajón y de allí la echábamos al saco hasta que venían a por ella cuando querían.
Cuando se estropeaban las aspas de abajo, venia un hombre de Valencia que era carpintero y las arreglaba y la piedra de moler cuando se gastaba venían también y las picaban.
P: ¿De noche también se molía?
R: De noche no, se levantaba la compuerta y se paraba el molino.
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cuadra con bóveda de cañón - molino de la Corujá (jC 4-5-2013) |
piedra de moler - Molino de la Corujá (jC 4-5-2013) |
dependencias con solería de baldosas de barro - molino de la Corujá (jC 4-5-2013) |
entrada al molino y escalera de subida a planta alta (jC 4-5-2013) |
canal de entrada del agua al molino (jC 4-5-2013) |
detalla de las alcabuceras (canal estrecho y de pendiente muy pronunciada (jC 4-5-2013) |
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