Frente a la Ermita de Ntra. Sra. del Loreto de Higuera la Real, aparece un grupo escultórico realizado en mármol blanquecino, de 1,37 m. de altura, cuyos orígenes, datación y significados resultan enigmáticos, aunque estudios realizados le otorgan un carácter funerario y protector y lo datan de la época romana, siglos I y II d.C. Dicha escultura es conocida popularmente como “La Mamarracha”.
Consta de dos figuras: la mayor de ellas representa a un animal felino, un grifo, que, sentado sobre sus cuartos traseros, acoge entre sus garras a una criatura humana, la otra figura, a la que posiblemente esté amamantando y protegiendo en su viaje al más allá. Por su parte, la figura humana se acoge a ésta con fuerza, al parecer buscando su defensa.
La obra se remata con una Cruz de Santiago, de factura posterior, elaborada con hierro forjado.
Ya tuvimos ocasión de tratar sobre ella aunque muy de pasada, en una entrada del blog de fecha 18-9-2019 sobre Higuera la Real (ver aquí).
Descripción: León alado con figura humana. El animal es imaginario, ya que combina la
melena del león, las mamas de las leonas, y la cresta y las alas de
los animales fantásticos.
Su boca está entreabierta, pero muy erosionada, y ha perdido todo vestiglo de los dientes. El hocico es ancho, y sus orificios nasales redondeados, dando paso al tabique nasal, claramente resaltado.
Los ojos prácticamente son inapreciables, y están enmarcados por unas
cejas prominentes. La frente es corta y aplanada. De los pómulos surgen anchos mechones curvos y paralelos, que cubren la mandíbula inferior haciendo zigzag. En el cuello dorsal se desarrolla una cresta
que llega hasta el inicio de la columna vertebral, ligeramente marcada.
De las escápulas arrancan dos alas cortas, pegadas al cuerpo.
Constan de tres cuerpos de plumas, ordenados según su longitud. En
el primero las plumas apenas se diferencian, ya que su superficie está muy erosionada. El segundo tiene nueve plumas de extremos redondeados que se superponen a otros nueve más largos y anchos, que forman el tercer cuerpo. Bajo las alas se aprecian en resalte tres costillas. Dos filas de cuatro mamas ocupan los flancos del vientre.
Las patas delanteras se separen por un rebaje de la zona pectoral. La derecha, erguida, se apoya sobre la figura humana. La garra,
aunque erosionada, presenta algunos restos de los dedos. Los cuartos
traseros, de muslos delgados, se apoyan en el suelo, como corresponde a la postura sentada del animal. La cola se curva sobre el cuarto
trasero derecho, y cruza por el interior, para ir a salir sobre la
pata posterior izquierda, siendo su extremo delgado.
La figura humana está igualmente sentada, en dirección opuesta al
animal. Parece representar un hombre joven, cuya cabeza se vuelve hacia la izquierda. Su brazo derecho se alza, agarrándose a le axila
del león, mientras que el izquierdo rodea la garra derecha de éste.
En su cara apenas pueden apreciarse las cavidades correspondientes a
los ojos y boca, así como los resaltes de le nariz y la frente. Su
cabello, de gruesos rebordes, se recoge en una coleta sobre la nuca,
yendo a caer sobre la parte superior de la espalda. Su pierna izquierda está extendida, mientras que la derecha se eleva, doblándose ligeramente a la altura de la rodilla, El cuerpo queda cubierto hasta
esta altura por un manto de pliegues bien marcados.
Fuente: TESIS DOCTORAL: La escultura zoomorfa ibérica en piedra - Teresa Chapa Brunet - Director:
Martín Almagro-Gorbea.
Nota: el término mamarracha proviene del árabe moharrache (=momarrache), en relación con momo (gesto o ademán burlesco) y, lo que es más importante, mamar. Confirmando que el hombre podría estar mamando de la leona.
Otras versiones sobre el origen.
ResponderEliminarSegún el pintor frexnense, Eugenio Hermoso (1995) dice al respecto:
En Higuera la Real existe una pieza escultórica de las que se conocen con el nombre de ibéricas, llamada "La Mamarracha del Oro", que no puede ser de otra procedencia, dado que Higuera está también próxima a Nertóbriga. Esta escultura recuerda las esfinges y quimeras orientales. Una especie de leona alada, sentada sobre sus cuartos traseros y con un hombre debajo, figura más rudamente ejecutada que la del animal, vestida con la clámide romana y que con un puñal intenta herir al monstruo que la aherroja. Una pieza formidable, desconocida en el mundo artístico, y de la que formó un juicio equivocado el señor Mélida, diciendo que era un gárgola gótica. Yo la disputo, como digo, ibérica; no hay más que verla, muy influída de lo persa y lo caldeo.
En términos similares se expresa J. Quintero Carrasco :
" También se supone que proceden de la destruída ciudad de Valera la Vieja y de igual época (romana) que las anteriores, la figura que tiene colocada una fuente en su parte posterior, en Higuera la Real, que nombran los antiguos " La Mamarracha".
Sea como sea, su más que "sospechoso" emplazamiento junto a la ermita del Loreto- o lo que es lo mismo, la posible intervención de la Orden del Temple, o de alguno de sus miembros, en la realización o implantación del inquietante monumento- no ha pasado desapercibido para algunos investigadores