Con menos de medio centenar de vecinos, esta pedanía de Valencia de Alcántara tiene el curioso atractivo de hacer frontera con Portugal al final de su calle principal.
La Fontañera (en portugués: Fontanheira) es una pequeña población rayana del municipio español de Valencia de Alcántara construida en el límite de la frontera portuguesa. En 2015 tenía 125 habitantes, de los cuales solamente 51 vivían dentro del caserío. Es el último foco urbano de España, pero también se puede considerar el primero de Portugal.
La historia de esta pedanía, tiene mucho que ver con los tiempos del contrabando, de los pasos fronterizos cerrados a cal y canto, y de la necesidad hecha virtud.
llegando a La Fontañera por la carretera CC-98 |
La Fontañera, y frontera España Portugal (Google Earth) |
El pasado mes de Noviembre, publicamos una entrada en el blog titulada "Marcos en la frontera con Portugal" (ver aquí). Hoy estamos entre la señal de demarcación (marco de frontera con Portugal) número 682 y 683,situada en el caserío de la Fontañera.
Marco 682 bis junto a la última casa margen derecho de la Fontañera (española) |
Marco 683 junto a la casa rural Salto del Caballo, en la Fontañera (española) |
La historia reciente de estas comarcas fronterizas es bien triste. Exceptuando un corto periodo de prosperidad circunstancial tras la guerra civil española, los flujos comerciales y humanos en el conjunto de la frontera se van apagando paulatinamente. Hace ya varias décadas que cerraron los antiguos bailes y tabernas, tan animados durante los años de postguerra; ya quedan muy pocos de aquellos antiguos comercios abiertos junto a la frontera y la gente joven sigue emigrando, abandonando sobre todo los pequeños pueblos y aldeas fronterizos, en algunos de los cuales ya sólo quedan personas mayores que no tienen donde ir o que no quieren irse a ninguna parte. En estos pueblos chicos y diseminados (Juromenha, El Marco, La Rabaza, Jola, La Fontañera), la supresión de la antigua frontera aduanera, no sólo ha propiciado el golpe de muerte definitivo al contrabando tradicional, sino a toda la vida y a las numerosas actividades con él relacionadas. Hoy, solo el turismo rural, se vislumbra como la única actividad que genera una cierta esperanza de mantener con vida estos lugares con tanta historia, y encanto.
Cruzar 'la raya' por una calleja puede llegar a ser una aventura peculiar. En La Fontañera eso es posible. Entrar y salir del pueblo es todo uno. Una casa con la fachada de blanco inmaculado, ilustra lo curioso de la situación. A su izquierda hay una 'P' que indica que el viajero ha entrado en otro país, aunque allí no hay ni controles, ni aduanas, ni siquiera un triste cartel indicador en el que se lea el agradecido 'Ben-vindos'. Al otro lado de la calle, todavía en España, está la casa rural Salto del caballo.
El pasado 24-2 tras visitar unos dólmenes en la zona, pase a conocer este caserío de la Fontañera, encontrándome con la particularidad, de que al estar cerrada la frontera con Portugal (por la pandemia Covid), al finalizar la calle principal, que es donde se inicia Portugal la encontré cerrada al tráfico, pues habían colocado unos bloques de hormigón.
final de la calle principal Doña Maria Plaza (vista desde Portugal), Marco 682 bis A |
final de la calle principal, y Marco 682 bia A - en la parte derecha casa rural "Salto del Caballo" |
entrada a Portugal cerrado su acceso con bloques de hormigón |
Otra curiosidad que podemos encontrar en este pequeña población es la citada casa rural "Salto del Caballo" http://www.saltodelcaballo.com/es/, ubicada en un edificio de finales del siglo XIX.
La posición estratégica de esta casa, se ha prestado para mantener siempre un pasado relacionado al comercio de contrabando entre Portugal y España.
Hasta 1992, cuando se abrieron las fronteras, se contrabandeaba principalmente café y botas de cuero, pero también pan, ajo o cualquier otra cosa que se deseara tener en el otro lado. Como la entrada principal de la casa está en España, y la puerta trasera se abre hacia Portugal, fue denominada como una de las “casas de la duda”, una casa en tierra de nadie. Finalmente, los españoles terminaron la confusión al adquirir oficialmente toda la propiedad como española.
Para sus vacaciones en dos países, la casa de huéspedes familiar ofrece dos apartamentos con cocina, cuyos nombres reflejan la historia de la casa: el apartamento “Portugal” y el apartamento “España”.